En la provincia de Pisa, los préstamos a las empresas disminuyeron un -5,7% en 2023 (-245 millones), resultado que se suma al descenso ya registrado el año anterior (-1,1%), situando el stock de empleo vivo en 4.000 millones. Los mayores signos de tensión provienen de las pequeñas empresas, en gran medida apoyadas durante la pandemia por apoyos y moratorias, que sufrieron una reducción del crédito en 2023 del -9,8%. Sin embargo, los préstamos a las grandes empresas también se debilitaron y, por primera vez desde la pandemia, cayeron en territorio negativo en 2023: -4,6%. Todos los sectores registran una caída: manufactura -5,7%, construcción -2,6%, servicios -6,5%. Cabe señalar, sin embargo, que la financiación de inversiones productivas (maquinaria, equipos, etc.) ha crecido en el último año un +5,4%. La calidad crediticia del sistema económico pisano empeora: la tasa de deterioro aumenta en 2023 al 1,97% (desde el 1,42% en 2022), superando la media toscana en aproximadamente 6 décimas de punto. Este indicador empeora para las empresas de mayor tamaño (del 2,35% al 3,37%), mientras que mejora para las pequeñas (del 2,01% al 1,83%).
