seis testigos y precedentes (siempre en Fiumicino)

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Roma, 30 de abril – Que Piero Fassino fue una especie de Arsène Lupin de los pobres (por así decirlo) obviamente se trataba de una broma: también nosotros, en estas páginas, nos habíamos reído del incidente y optamos por el incidente casual que involucró al diputado del PD sobre el ya conocido tema del “perfume robado”. Pero los rumores de los días siguientes al asunto y lo informado hoy por Prensa nos hace pensar que quizás nos hemos equivocado…

Fassino, el Lupino de Fiumicino, no sería nuevo en esta práctica…

No uno, ni dos, sino seis testigos en contra “Fassino Lupin”. ¿Quién habría podido presenciar de nuevo en el duty free de Fiumicino lo que habría sido sólo el último de una serie de episodios de “agarraderas”? El primero en diciembre de 2023, el segundo el 27 de marzo. En ambos casos, como en la última ocasión, el diputado del PD se dirigía a Estrasburgo. No solo eso: también hay un video que capta lo sucedido el 15 de abril, adjunto por Polaria y resultado de una cámara de seguridad presente en el negocio. Hay que decir que las versiones reportadas en la prensa no coinciden. Por ejemplo el mensajero informa una cifra ligeramente diferente, hablando de “tres episodios en un solo mes” y no repartidos entre diciembre y, precisamente, este abril. Las imágenes muestran al parlamentario “deslizando la botella en el bolsillo de su chaqueta. Las manos, contrariamente a lo que se decía inicialmente, no parecen estar ocupadas.”

¿Patología?

Aparte de las bromas, la cleptomanía que nosotros mismos habíamos mencionado como broma podría ser una explicación concreta. Evidentemente, no hay ninguna razón para que un parlamentario con un salario relativamente alto deba involucrarse en el robo de cientos de euros en perfumes. Por tanto, de confirmarse las acusaciones, la única lógica sería que detrás de ellas se esconde una forma patológica psiquiátrica como es la cleptomanía. Ahora, más bien, los investigadores necesitan examinar y posiblemente confirmar la hipótesis obvia de la recurrencia…

Fassino, por su parte, lo niega todo: “Teniendo el carrito en una mano y el teléfono móvil en la otra y aún sin tener tres manos, simplemente metí el paquete en el bolsillo de mi chaqueta, esperando pasar a la caja. En ese momento se me acercó un oficial de seguridad y me retó por ese hecho, denunciándolo a un policía”.

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