El Memorial Francesco Medri, 10 años después de la muerte del jovencísimo vecino de Ponte Pietra, apartado prematuramente del sufrimiento de una enfermedad que no deja escapatoria, abandonó los campos de fútbol sala y de fútbol siete y entró con un verdadero éxito de público y solidaridad en el universo (más que competitivo para quienes viven en las zonas de Cesena y Romagna) del maraffone.
Un evento que atrajo a un público inesperado y numeroso: gracias a los amigos y familiares que lo organizaron, pero también a los numerosos patrocinadores que apoyaron la iniciativa, asegurando que muchos pudieran estar presentes y donar para una causa benéfica.
El torneo se desarrolló el fin de semana en el llamado “bar del cura”: el club de la parroquia de Santa Maria delle Grazie en Ponte Pietra. Cuarenta y ocho participantes: veinticuatro parejas que se desafiaron “a tres y ases” con cartas de Romaña, comenzando hacia las 14.30 horas y finalizando el desafío con el anuncio de los ganadores casi cerca de medianoche.
Gracias a los patrocinadores externos de la iniciativa (como Pasticceria Romagna, Medri y Cofim inmobiliaria; el estudio Samorè-Faggiotto, Il Bosco dei Fiori y Magica Arredamenti de Forlì) el campo de competición contaba también con una especie de barra libre y un shopper donde se podía compra con fines benéficos. A través de un código QR que también estaba presente en el perfil de Instagram de la iniciativa, cualquiera que dejara algún tipo de ofrenda gratuita podía elegir una asociación a la que donar. Una “carrera dentro de la carrera” que finalmente vio prevalecer la asociación “Voce all’autism”: un organismo de voluntariado que representa a un grupo de familias, todas ellas de la zona de Forlì y Cesena, unidas por el proyecto común de dar esperanza para un futuro sereno, dignos y lo más autónomos posible, para las personas con autismo, proteger sus derechos y tratar de tener diagnósticos cada vez más oportunos, junto con garantías de tratamiento rehabilitador y especializado.
Recibirán los 2.000 euros recaudados durante la jornada que, sobre todo entre las 16 y las 20 horas, registró picos de asistencia de hasta 200 personas a la vez: para ver los concursos de maraffa, donar, picar algo y divertirse juntos.
Al fin y al cabo, el cuadro de honor del Memorial Francesco Medri también se ha enriquecido: aunque ya no se trate de goles marcados en el fútbol siete. El primer monumento maraffone dedicado al niño de Ponte Pietra fue para dos verdaderos Pontepietresi como Massimiliano Minghelli y Christian Angeli. Segundo puesto para Alessandro Castellini y Vlad Fabbri y podio cerrado por los medallistas de bronce Andrea Ferretti y Antonio Filace. Un día para pasar juntos que fue tan exitoso que promete un futuro brillante similar el próximo año.
