sólo 3 de 17 suplentes fueron peores que él

Tres puntos en cuatro partidos y cero victorias. Si los tres empates iniciales habían dejado dudas, la derrota contra Reggiana las barrió todas: el inicio de Mignani debe considerarse en todos los aspectos un fracaso, no tanto porque Palermo nunca logró preocupar ni siquiera el quinto puesto de Catanzaro, sino también porque Los jugadores parecían carecer del impulso que viene sistemáticamente con un cambio de entrenador.

Un empujón que Palermo ha desaprovechado sensacionalmente: Realmente parece que salvo algunos ajustes tácticos nada ha cambiado para el rosanero. Desde este punto de vista, el dato relativo a la diferencia entre el primer y el segundo tiempo es emblemático, Una situación por la que Eugenio Corini fue duramente criticado y que parece haberse agravado con Mignani. Si no contamos el 0 – 0 del Parma, en los otros tres partidos el Palermo siempre estuvo arriba por un gol al final del primer tiempo y nunca ganó al final del partido (recuperado del 2 – 2 por la Sampdoria, al 1 – 1 en Cosenza, incluso derrotado 1 – 2 contra Reggiana).

Esta temporada en la Serie B ha habido 17 cambios en el banquillo y en la mayoría de los casos Los primeros partidos de los entrenadores sustituidos dieron sus frutos inmediatamente.: basta pensar en las dos victorias de Iachini en Bari, pero también en los puntos conseguidos por Marino tras sustituir a Mignani (2 victorias y 2 empates en los cuatro primeros). También hay quienes empezaron bien y continuaron con una excelente racha como Fábregas en Como (10 puntos en los 4 primeros) o Stroppa en Cremonese (7 puntos en los 4 primeros). También es curioso el caso de Módena, con Pierpaolo Bisoli que sólo estuvo al frente del equipo durante dos partidos pero que ya lo hizo mejor que el Palermo de Mignani con 4 puntos resultantes de una victoria y un empate.

Considerando los primeros cuatro partidos de todos los entrenadores entrantes, sólo 3 de 17 obtuvieron peores resultados que Mignani. Y hablemos de equipos que sueñan con el escudo de Palermo: Zaffaroni anotó 2 puntos con FeralpiSalò, Viali hizo lo mismo con Cosenza, Aglietti anotó uno con Lecco. Valente anotó 3 puntos con Sudtirol como Mignani, pero logró ganar un partido (entre otras cosas en Venecia).

El susto no llegó y Palermo parece haberse aplanado: la búsqueda del equilibrio ha llevado a una disminución del peligro ofensivo que, sin embargo, no se ve recompensada por una fase defensiva mejor, pero que no da los resultados deseados (los goles encajados en estos cuatro partidos siguen siendo 5). La clasificación tampoco ayuda, ya que Palermo está cada vez más destinado al sexto puesto y tendrá que enfrentarse a rivales que harían cualquier cosa por escalar posiciones, como Spezia y Ascoli, que luchan por la salvación.

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