La presión de Italia: “Putin debe revocar la medida sobre Ariston”. Rusia: es tu culpa

La presión de Italia: “Putin debe revocar la medida sobre Ariston”. Rusia: es tu culpa
La presión de Italia: “Putin debe revocar la medida sobre Ariston”. Rusia: es tu culpa

El caso del Grupo Ariston marca la temperatura incandescente de la relación Italia-Rusia. Entre acusaciones y contraacusaciones diplomáticas, destaca la “transferencia temporal” al gigante energético Gazprom de la filial rusa de la multinacional nacida en Fabriano y activa en el sector térmico de alta tecnología, con diez mil empleados en 41 países para una facturación en 2023 superior a 3.000 millones de euros pero ahora con domicilio social en los Países Bajos-, pone nerviosos al gobierno y al mundo industrial: no se trata de una nacionalización efectiva, pero sí de una medida muy penalizadora que ahora también llama a la UE a tomar partido. Aunque sólo sea por la medida similar ordenada por el Kremlin contra las empresas alemanas Bosch y otras 20 empresas que desde hace tiempo están bajo “gestión temporal”, entre ellas la francesa Danone y la danesa Carlsberg.

Obligatorio reaccionar. Por recomendación del viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, el secretario general de la Farnesina, Riccardo Guariglia, convoca al embajador de la Federación Rusa en Italia, Alexey Paramonov. Guariglia representa una fuerte decepción para el Gobierno, subraya la falta de fundamento jurídico de la operación y pide a Rusia que reconsidere la disposición también debido a las “raíces históricas” de Ariston Thermo Rus y a la ausencia de cualquier “conexión con la actual crisis internacional”. Según la embajada rusa, las “explicaciones” ofrecidas a Italia describen un panorama diferente y son “exhaustivas sobre la legalidad y validez de las decisiones tomadas”. “Medidas adoptadas en el ámbito jurídico”, se lee en el comunicado vía Facebook. Medidas “en respuesta” a actos “hostiles y contrarios al derecho internacional” por parte de Estados Unidos y sus estados extranjeros afiliados, encaminadas a privar ilegalmente a Rusia, sus abogados e individuos, del derecho a la propiedad ubicada en el territorio de esos países”. Paramonov recuerda “que en Moscú siempre se ha dado especial importancia a las relaciones económicas y comerciales fructíferas” y mutuas. “Toda la responsabilidad” de las actuales “consecuencias negativas” recaería, por tanto, en las “autoridades italianas” que no defenderían “los verdaderos intereses nacionales para participar en aventuras geopolíticas antirrusas desesperadas y peligrosas”.

Escaramuzas en toda regla, en el contexto de la principal cuestión pendiente entre Occidente y Rusia: la hipótesis, apoyada por Estados Unidos y hasta ahora rechazada por sus socios europeos, de utilizar los 300 mil millones de dólares atribuibles a Rusia, en gran parte congelados en el arcas de los bancos europeos, para financiar la reconstrucción de Ucrania. La reciente visita a Roma de Gina Raimondo – la Secretaria de Comercio estadounidense cuya declaración tras la conversación con Giorgia Meloni contiene una referencia explícita al “apoyo a Ucrania” que falta en la nota contemporánea del Palazzo Chigi – sugiere un probable estudio de Italia sobre el tema más querido para la administración Biden. Pero ningún país de la UE, ni siquiera la Italia abiertamente pro-Kiev, parece hoy dispuesto a aumentar las apuestas hasta este punto, también por temor a que los autócratas de otros países (especialmente los árabes) puedan sacar sus capitales de la eurozona. La cuasi nacionalización implementada contra Ariston, Bosch y otras empresas de la UE parece, por tanto, una invitación contundente y reiterada de Vladimir Putin a preservar las relaciones con Moscú.

Ahora le toca a Bruselas hacer oír su voz. “En línea con sus socios europeos, y en particular con Alemania, Italia pide a Rusia que retire las medidas adoptadas contra las actividades económicas legítimas de las empresas extranjeras en el país. Las estructuras competentes siguen y controlan la situación, en estrecha colaboración con nuestra embajada. en Moscú y nuestra representación permanente ante la UE”, afirma la Farnesina. Y el viceprimer ministro Tajani se reserva el derecho de profundizar en el caso junto con el G7 y los socios de la UE, evaluando una respuesta adecuada. Para el jueves está convocada una “Mesa Rusia” en la que participarán representantes de Confindustria y de los ministerios implicados.

El ministro del Made in Italy, Adolfo Urso, también avanza en el expediente. La conferencia telefónica con Paolo Merloni y Maurizio Brusadelli, presidente y director ejecutivo de Ariston Group, en presencia del gobernador de Marche Francesco Acquaroli, ilustra el desarrollo de un paquete de sanciones europeo más completo para proteger a las empresas afectadas por actos de represalia. Entre las hipótesis en discusión, también estaría la posibilidad de que las empresas afectadas por las expropiaciones ataquen judicialmente los bienes de los súbditos rusos que se beneficiaron de las ejecuciones forzosas. El primer día de negociación después del bombardeo del Kremlin, Ariston Holding comenzó con una caída de más del 2% y luego cerró con un +0,68%, a pesar de la pérdida del 3% del volumen de negocios que ahora está bajo el control de Gazprom Household Systems.

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