Roma, 29 de abril de 2024 (Agenbio) – Un estudio de la Universidad de Bérgamo, realizado en colaboración con la Universidad Vita Salute San Raffaele, investigó cómo el cerebro y la mente de personas que sufren trastornos relacionados con un trauma procesan las experiencias emocionales y cómo éstas influyen en la percepción de nosotros mismos y de los demás.
Los autores de la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista Molecular Psychiatry, distinguieron los traumas relacionales de los no relacionales.
«Los resultados – explica el profesor Andrea Scalabrini – sugieren que los pacientes con trastornos postraumáticos derivados de traumas relacionales muestran una mayor activación de las regiones asociadas al yo interoceptivo y exteroceptivo, es decir, nuestro yo corporal que, como diría Van Der Kolk, “ sostiene el “golpe” de la experiencia traumática sin posibilidad de procesarla a un nivel simbólico-mental superior, que en cambio se mantiene en aquellos afectados por traumas no relacionales. El trauma relacional anida más profundamente en el individuo, afectando el profundo sentido de relación entre nosotros y el mundo, entre nuestro yo y el tú, el nosotros”.
«La investigación – añade la profesora Clara Mucci – destaca que el cerebro puede responder de manera diferente a estos dos tipos de trauma, con importantes implicaciones para el tratamiento y el apoyo de los afectados. Comprender estas diferencias puede ayudar a los proveedores de atención médica y a los terapeutas a adaptar las intervenciones para abordar de manera efectiva los efectos del trauma en la autopercepción, las relaciones personales y los conceptos de salud”. (Agenbio) Cdm 11:00.
