Con corazón, orgullo y determinación, los jugadores de Siponto creyeron hasta el final, apoyados en el apoyo incesante de su afición, logrando una victoria vital, aunque el gol tardío de Gjonaj no fue suficiente para Casarano. A pesar de la ausencia de Calemme, el regreso de Giacobbe al centro del campo, apoyado por Cicerelli y Hernáiz, y la inclusión de Balba en la delantera contribuyeron a la determinación del equipo. Aunque Casarano mostró calidad en ataque, los jugadores del Manfredonia no se dejaron intimidar e intentaron tejer el juego, creando varias oportunidades de gol.
Después de una cuidadosa primera parte, en el minuto 17 Pérez estuvo a punto de marcar para Casarano, pero fue detenido por una gran parada de Paduano. En la segunda mitad, Casarano siguió presionando, pero fue un descuido de Manfredonia lo que permitió a Gjonaj dar la ventaja al equipo de Salento, el mediapunta albanés remató a portería tras una valiosa asistencia de Gambino. Sin embargo, Manfredonia no se rindió y, apoyado por el público, encontró primero el empate en el minuto 45 con Babaj y luego la victoria en el tiempo de descuento con un derechazo quirúrgico de Giacobbe, que enloqueció a Miramare. Con esta victoria épica, Manfredonia está cada vez más cerca de la salvación.
