Historias de Sicilia: los años 70, un período de cambios y compromiso político y social

Historias de Sicilia: los años 70, un período de cambios y compromiso político y social
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Por Salvatore Battaglia

Los años setenta (los años legendarios entre 1970 y 1979) fueron años revolucionarios, símbolo de libertad, transgresión y luchas políticas. Una década llena de símbolos e iconos atemporales, capaz de crear una mezcla de culturas, tendencias y formas de expresión que aún hoy podemos definir como un estilo único e inconfundible: el estilo años 70.

Las protestas pacíficas del 68 dan paso a un clima de violencia extrema entre jóvenes militantes de extrema derecha y extrema izquierda. Nacen células terroristas estructuradas y organizadas, capaces de perpetrar masacres que quedarán grabadas para siempre en nuestra memoria.

Todo empezó con el almuerzo de un domingo de 1974 cuando mi padre me propuso ir a trabajar al “Mulino e Pastificio S. Lucia” y la posibilidad de continuar mis estudios en la escuela nocturna. Un manto de silencio descendió sobre la mesa, yo sólo tenía 16 años… mi madre me dijo que lo intentara un día y luego decidiría por mi cuenta.

Empecé a fantasear con cómo sería ese Molino, sólo tenía en mente una visión cinematográfica… Muelas movidas por mulas, sacos llenos de trigo, ruido ensordecedor y sobre todo empleados sanos y robustos, estaba frágil y con bajo peso. .

Decidí ir a intentarlo, era el 1 de octubre de 1974 y en lugar de escuchar el timbre para entrar a clase escuché una sirena que señalaba el inicio del trabajo… y así fue.

Me asignaron a la zona del Pastificio y no al Molino, el Mega Director Gallo “U Capu”, un hombre intransigente, tenaz y marcadamente derechista, tal vez vio en mí todo menos el trabajador fuerte y sano para ser enviado a el Molino y por suerte para mí me asignaron el envasado de la cadena de suministro de pasta corta, y así estuve en la fábrica de pasta durante 30 años…

Comencé a desarrollar un sentimiento de compromiso sindical y político para mejorar mi condición de trabajador, y precisamente coincidiendo con esta conciencia fui espectador incrédulo de una de las páginas más dramáticas de la historia política de nuestro país, que tuvo lugar en un clima de desorden político y social sin precedentes, que será recordado como los “años de plomo” y que alcanzó su punto máximo en 1978 con el secuestro y asesinato de Aldo Moro.

Una década con colores fuertes y una gran competencia en todos los campos: la presencia de los medios de comunicación, que entran con fuerza en nuestra vida cotidiana, las protestas derivadas de las tensiones generacionales y las actitudes agresivas se hacen sentir cada vez más. El sexo y las drogas se convierten en una parte integral del estilo de vida de muchos de mis compañeros.

La creatividad, la transgresión y el deseo de progresar a toda costa afloran por doquier. Los colores de los tejidos floreados y los vaqueros acampanados representan la nueva tendencia identificada en los hippies, un movimiento formado por los llamados “niños de las flores” que acoge entre sus prosélitos a legiones de jóvenes pacifistas.

Yo también comencé a ser parte de pequeñas transformaciones personales y sociales… el día del sueldo fue emocionante e increíblemente ingenuo, me llamaron a cobrar mi salario a la secretaría (el monto de Ochenta mil liras), vi a una joven secretaria que empezó a contar las cartas y monedas para regalarme y para mi gran emoción después de sesenta, setenta, ochenta continuó por otros noventa, deteniéndose en la fatídica suma de Ciento cuarenta mil liras (Quería decir algo… tal vez te equivocaste, pero no dije nada). A la salida de la oficina encontré al señor Rollo (Socio) y me dijo… “Feliz” y yo ingenuamente respondí “¡Guau! Me dijo 80 mil liras”. Bueno, respondió… Estaba el contrato nacional, yo no entendí en ese momento lo que había pasado, entonces mis compañeros me explicaron todo.

Aunque vivía en una pequeña realidad en el Sur Profundo, gracias a la televisión fui consciente de las transformaciones en todos los campos. Eran los años de Andy Warhol, figura destacada del arte pop que, a través de los colores vivos y vivos propios de sus representaciones, intentaba ocultar la angustia existencial de la sociedad de consumo, consecuencia de la globalización de los mercados. Con el desarrollo del consumismo, nacieron también en Italia las primeras asociaciones de consumidores.

De hecho, me uní al Partido Socialista siguiendo al Prof. Luciano Nicastro, profesor de Historia y Filosofía en la Escuela Superior Científica de Ragusa, que anteriormente había fundado una asociación cultural llamada “Quaderni Iblei” en la que yo participaba. En aquella ocasión nació mi primer periódico “Il Picchio Ibleo”, una emoción indescriptible… comparada con el nacimiento de un primogénito.

Gracias al nacimiento de nuevos medios, como la televisión por cable privada, se perfeccionaron las técnicas de marketing y comunicación. Se desarrolló un nuevo tipo de comunicación decididamente más profesional, basado en el concepto de imagen. La comunicación integrada, o el uso inteligente del marketing y los medios, se convierte en la solución ganadora en la competencia del mercado.

Me di cuenta de que estaba viviendo momentos históricos también en el ámbito musical y de la comunicación: se bailaba música disco y dance, nacían las primeras radios libres que cambiaron el mundo de la radiocomunicación y se escuchaban los grandes mitos del rock: Pink Floyd, Doors, Led Zeppelin, Deep Purple, Genesis y muchos otros. Una ola musical de tal intensidad y creatividad que no tendrá igual en los últimos sesenta años.

Incluso en mi ciudad nacieron radios y TV privadas en las que participé activamente: entre estas “Radio Progreso”; posteriormente fui Director del Periódico Radio “Onda BLU” y director artístico de una TV local “Rete Sei”; También fui editor y director de “Radio Club”.

En general podemos afirmar que los años 70, al igual que la década anterior, fueron años absolutamente revolucionarios y decisivos para la continuación de ese gran punto de inflexión económico y social que nos proyectaría hacia los años 80.

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