Economia 4.0 pasa por Telegram

Parece el mercado y a veces incluso hay descuento. Lástima que todo sea absolutamente ilegal. Sin embargo, el tráfico de drogas a través de aplicaciones de mensajería, principalmente, es ahora un fenómeno generalizado en Bérgamo y su provincia. Telegrama: tal es así que existen varios colectivos dedicados a nuestra ciudad y nuestro territorio, donde narcotraficantes evidentemente de la zona utilizan esta vitrina virtual para ofrecer diferentes tipos de drogas.

No solo. Una vez acordada la compra y realizado el pago – estrictamente con los famosos bitcoins o con el sistema Paypal (pero sólo con la opción “familiares y amigos”, aquella que no requiere el envío de facturas), los medicamentos pueden entregarse directamente en el domicilio, o en un punto convenido que en la jerga se llama «reunirse». Lo preocupante es el hecho de que algunos de estos grupos de Bérgamo también tengan cientos de miembros. Lo que es alentador, sin embargo, es el hecho de que el fenómeno no escapa a la policía postal.

Aunque no es fácil arrojar luz sobre lo que hay detrás, porque estos chats están organizados como las famosas cajas chinas que, pasando de lo virtual a lo concreto, recuerdan un poco a esas empresas creadas ad hoc para evadir impuestos: las matrioskas. , precisamente, donde nunca se entiende qué hay dentro y quién manda. Los traficantes ciertamente parecen cómodos con las aplicaciones: en un grupo de unos setenta miembros dedicados exclusivamente al tráfico de hachís en Bérgamo no faltan vídeos promocionales, si queremos llamarlos así. Y la oferta también: un “mango Lemon Kush”, un tipo de marijuana, se ofrece a 45 euros los cinco gramos, pero si compras una onza el coste es “sólo” 550 euros. Para solicitarlo deberás entonces enviar un mensaje privado al usuario indicado, que en este caso siempre parece ser la misma persona, al menos según el apodo.

Cinco gramos de “semillas secas” se venden por 35 euros, un gramo por 370: pero “desde hoy hasta el martes”, se lee en una especie de mensaje promocional, “nos reunimos de 12 a 00 horas, al principio del día, 10 gramos de semillas secas por 60 euros”. En la parte superior de los chats hay un “mensaje fijado” con el “menú de hachís” e información sobre los tipos y cantidades de productos disponibles, completo con una leyenda simbólica: “disponible”, “agotado”, “casi agotado”. y “próximamente”.

En definitiva, nada que envidiar a cualquier app de venta de productos online. Es una pena que detrás de esta organización haya narcomenudeo y narcotráfico, además de crimen organizado. En otro chat se especifica que el “precio depende de la distancia” de la entrega y que, enviando un mensaje al repartidor, se le informará de los lugares de “reunión”, o de la entrega en la zona de Bérgamo, o de los servicios de “encuentro”.entrega», donde sin embargo es necesario comprar una cantidad mínima de 10 gramos de medicamento. La entrega – se explica – se realiza en un plazo de 24 horas. Por lo demás, funciona exactamente como los servicios de entrega de comida. Y es impactante ver lo fácil que se ha vuelto comprar hachís, cocaína y otros tipos de drogas. Con el riesgo de caer en alguna red criminal, aunque, precisan en otro grupo de Bérgamo, “la confianza es nuestra prioridad”.

En otro grupo se explica que el envío también puede realizarse mediante mensajería urgente (y se indican los nombres de tres empresas conocidas del sector) o con entrega en las taquillas correspondientes. El vendedor explica, en realidad bastante molesto, por qué no acepta pagos contra reembolso: “Cuando envío, uso un remitente falso por razones de seguridad/privacidad”, especifica. Luego lo desglosa: «Entonces, si envío productos por valor de 600 euros contra reembolso y no estás presente para recogerlos, el paquete quedará almacenado durante 30 días, por lo tanto, se perderá. Y habré perdido los productos enviados y, por tanto, también el dinero.” Y concluye: «Con estas premisas también se entiende que la huella en esta profesión es una utopía». Una frase que casi te haría sonreír si no estuviéramos hablando de tráfico de drogas, que en otro chat definió como algo “no precisamente legal”.

En definitiva, quien pensaba que el tráfico de drogas online era exclusivo de la dark web debería pensarlo dos veces ante este “trading 4.0” que explota las aplicaciones de mensajería más populares y que se desarrolla, al menos aparentemente, a plena luz del día. Y completo con opiniones de usuarios, como si fuera Tripadvisor. En uno de los canales nacionales de narcotráfico quien, nuevamente en Telegram, se presenta como especializado en cocaína colombiana, también se pueden leer cientos de reseñas: “Le he comprado varias veces y siempre ha demostrado ser una persona seria”. A esto le siguen las calificaciones de comunicación, empaque, sabor, aroma y expectación. En definitiva, una especie de «4 Restaurantes» o «4 Hoteles», pero con drogas. Con la esperanza de que la policía dé el famoso “voto final que puede confirmar o revocar”.

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