Olbia: se cierra la 3.ª edición de la Maker Faire Sardinia

Con más de 2.500 asistentes en dos días, Maker Faire Sardinia 2024, la edición más internacional hasta el momento, cierra sus puertas con éxito y con una “primicia”: la entrega de premios en las tres categorías mejor maker, mejor artista y mejor IA no es fácil para ellos. los jurados decidirán entre muchos proyectos originales de la Feria.

El premio al mejor fabricante digital es para Diego Trazzi, un piamontés que se mudó a Mogoro; ceramista, utiliza una impresora 3D especialmente diseñada para trabajar con materiales a base de arcilla. La irlandesa Stephanie Johnson gana el premio a la mejor artista: entre los numerosos diseñadores procedentes de los maestros de Fabricademy, ha sorprendido con su proyecto textil “alta costura anatómica”, que crea prendas, utilizando tecnología digital, inspirándose en el interior del cuerpo humano. Es una escuela sarda que sube al podio por la mejor aplicación de la IA en el sector manufacturero; Los alumnos del Instituto Ianas-Ipsia de Tortolì, dirigidos por la profesora Scilla Contu, ganan con sus “objetos” 3D, generados en el sitio web Lumia, una herramienta muy reciente que han demostrado saber dominar. Entre los “contenidos especiales” de la Feria, el grupo Ghostbusters Cerdeña recibió un premio fuera de concurso, sin duda merecido por su creatividad y entusiasmo.

El último día del evento, coordinado por Antonio Burrai, director del Fab Lab de Olbia, se enriqueció con un interesante debate sobre el tema que la Maker Faire quería introducir, a saber, la evolución de la inteligencia artificial y su impacto en la vida cotidiana y en los diferentes sectores profesionales. En la mesa redonda, los invitados Antonella Fancello, profesora de administración digital de la Universidad de Sassari y miembro de Aica, Caterina De Roberto, directora de L’Unione Sarda y vicepresidenta Giulia Giornaliste Sardegna, Davide Cusumano, director de física médica unidad de Mater Olbia, Costantina Cossu, formadora de EFT en Cerdeña y profesora del “Fermi” de Alghero, Battista Biggio, profesor de la Universidad de Cagliari y uno de los principales expertos italianos en IA y ciberseguridad.

A partir de las experiencias llevadas al centro del intercambio de opiniones, y referidas al propio ambiente laboral, surgieron reflexiones sobre la cuestión ética y de responsabilidad en el uso de la IA; desafíos preocupantes si pensamos en la cuestión de la privacidad o en los sesgos algorítmicos -los errores sistemáticos de juicio o de interpretación que, según han establecido los expertos, conducen a un error de evaluación o a la formulación de un juicio poco objetivo- o en las “alucinaciones” de IA, generación de información que no se corresponde con la verdad. Pese a ello, desde los primeros experimentos, que se remontan a los años 1950 y 1960, hasta la cuarta revolución industrial (que estamos viviendo), el proceso de transformación impuesto por la IA, reiteran los ponentes, está en marcha. No tendrá contratiempos y no se pueden pasar por alto los grandes impactos positivos que genera en nuestras vidas.

A partir de sus propias profesiones, los invitados trazaron las principales aplicaciones que ofrecen importantes oportunidades: desde la ayuda en el análisis de documentos para acelerar las investigaciones periodísticas hasta la revolución en el campo médico que mejora los tratamientos de salud (y conducirá a un mayor acceso a servicios médicos) hasta su uso en la enseñanza -la IA lo hace más inclusivo- y grandes modelos de lenguaje como ChatGpt o el reciente modelo italiano, Minerva. Finalmente, la IA como “un mar donde hay que aprender a navegar” en el que la interacción humana juega, y deberá jugar en el futuro, un papel fundamental para garantizar valores como la equidad, la igualdad de género, el respeto a la dignidad humana.

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