En Vicenza saltó la alarma: los casos de tosferina aumentaron un 200% respecto a las temporadas habituales. Un porcentaje cada vez mayor de personas no vacunadas parece ser la principal causa de esta violenta propagación. ¿Pero qué está pasando realmente? ¿Y cómo podemos protegernos de esta enfermedad potencialmente peligrosa?
La tos ferina, una infección respiratoria altamente contagiosa, parecía haber sido domesticado, si no casi desaparecido. Sin embargo, debido a un aumento en el porcentaje de personas no vacunadas, la enfermedad se está propagando nuevamente a un ritmo preocupante. Para protegerse contra la tos ferina, dada su alta transmisibilidad, sería necesaria una cobertura de vacunación de al menos el 95% de la población. Pero, como informa el jefe de pediatría de San Bortolo, Massimo Bellettato, la realidad es muy diferente.
Los bebés y las madres no están vacunados y ahora están pagando las consecuencias. “Nunca había visto un pico como este” dice el Dr. Bellettato. Este fenómeno no se limita sólo a Vicenza, sino que también se está produciendo en otras zonas de Italia y en varios países europeos. La reducción del cumplimiento de los programas de vacunación está provocando el regreso de estas enfermedades infecciosas.
La tos ferina puede tener consecuencias muy graves, especialmente para los recién nacidos que aún no han recibido la primera dosis de la vacuna. o que sólo están parcialmente vacunados. Las complicaciones más frecuentes se deben a sobreinfecciones bacterianas que pueden derivar en infecciones de oído, neumonía, bronquitis o dar lugar a situaciones repentinas de insuficiencia respiratoria. Además, los ataques de tos pueden provocar anoxia y, por tanto, daño cerebral o incluso la muerte del niño.
La tosferina se puede prevenir con la vacuna, administrada en el tercer, quinto y undécimo mes de vida, seguida de refuerzos posteriores. El riesgo de hospitalización es 10 veces mayor en los niños no vacunados contra la tos ferina en comparación con los que están total o parcialmente vacunados. Además, incluso cuando no logra prevenir la infección, la vacuna puede suavizarla y evitar sus efectos más nocivos y dramáticos. En conclusión, la situación en Vicenza es preocupante, pero no única. La tos ferina se está propagando nuevamente en muchas zonas y la causa principal parece ser el aumento del número de personas no vacunadas. Es fundamental, por tanto, promover la importancia de la vacunación, no sólo para protegerse uno mismo, sino también para proteger a la comunidad en su conjunto.
