“Last Breath” de Robert Bryndza nos lleva de regreso a las oscuras profundidades del crimen londinense, donde el mal se esconde detrás de la pantalla de la normalidad. En este tenso thriller, el cuerpo de una mujer encontrado en un contenedor de basura resulta ser sólo la punta del iceberg de una serie de asesinatos macabros y metódicos.
El querido personaje recurrente de Bryndza, la detective Erika Foster, regresa con su tenacidad característica y se encuentra navegando por las turbulentas aguas de la burocracia para involucrarse en un caso que despierta viejas pesadillas. El descubrimiento de un vínculo con un asesinato sin resolver lleva a Erika y su equipo a una frenética búsqueda contra el tiempo, persiguiendo a un asesino que utiliza el anonimato de Internet para seleccionar a sus víctimas.
Bryndza entrelaza hábilmente la psicología del personaje y la tecnología, creando un enemigo tan invisible como mortal. “Last Breath” nos mantiene entre la urgencia real de salvar a la próxima víctima potencial y la dificultad de rastrear a un asesino que es como humo y espejos.
El autor pinta un panorama inquietante de la caza humana moderna, donde los métodos de investigación tradicionales chocan con la astucia fría y calculadora de los criminales del siglo XXI. Erika Foster emerge como una figura de gran humanidad y fortaleza, una detective que no teme ahondar en los abismos más oscuros del alma humana.
Con “Last Breath”, Bryndza confirma su talento para articular tramas complejas y ofrecer a los lectores un thriller palpitante que te deja sin aliento hasta la última página. Una obra que emociona y perturba, dejando una huella profunda y la conciencia de que, a veces, el mal puede esconderse donde menos lo esperamos.
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