Día Mundial de la Seguridad en el Trabajo. En Italia siempre es una emergencia.

Día Mundial de la Seguridad en el Trabajo. En Italia siempre es una emergencia.
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Los datos del observatorio de seguridad de Vega Ingeniería no dejan dudas sobre la emergencia. En 2023 se produjeron incluso más de mil accidentes mortales (1.041 para ser precisos)

La emergencia se sintió más entre los mayores de sesenta y cinco años y los extranjeros. El mayor riesgo se encuentra en el centro y sur de Italia.
El sector de la construcción es el que más víctimas se cobra. Conciencia y formación para revertir la tendencia.

“Es un día importante para reflexionar sobre la tragedia diaria de las muertes en el trabajo. Una preciosa oportunidad de reflexión para formadores, responsables de seguridad empresarial y empresarios. Introducir en la vida productiva diaria de nuestro país todos los procedimientos útiles para la prevención de accidentes graves y mortales”.

Mauro Rossato, presidente del Observatorio de Seguridad en el Trabajo Vega Engineering de Mestre, a la vanguardia de la seguridad de los trabajadores en Italia desde hace tres décadas, subraya el valor del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo que se celebra el 28 de abril. Y lanza un llamamiento a todos aquellos que se ocupan de la seguridad en nuestro país.

“No podemos llegar al final de cada año contando siempre con más de mil víctimas – insiste Rossato – y con una tasa de mortalidad que se mantiene prácticamente sin cambios en los últimos dos años. No es posible ver cómo los trabajadores son siempre protagonistas de las mismas tragedias. Porque en nuestro país existe una legislación bien estructurada para prevenir accidentes. Bastaría con aplicarlo de forma más generalizada.”

Una situación dramática para nuestra península, como lo confirma el más amplio y reciente análisis estadístico del Observatorio de Mestre.

“No hay palabras para comentar una situación que no da señales de cambiar a pesar del mayor protagonismo que las instituciones y los medios de comunicación dan a estas tragedias pero, por el contrario, según los datos, en 2023 los accidentes laborales aumentaron un 1,1% respecto a hasta 2022 – explica Rossato – y esto significa que los trabajadores en su vida laboral diaria no están suficientemente protegidos. Por otro lado, se observa un importante descenso de los accidentes mortales en trayecto respecto a 2022 (-19,3%), probablemente consecuencia del mayor uso del trabajo inteligente en estos años pospandemia. Un resultado reconfortante, sin duda, pero que no puede identificarse con una mejora de las condiciones de seguridad de los trabajadores en nuestra península”.

“Entre otras cosas, lamentablemente – añade el presidente del Observatorio de Mestre – somos conscientes de cuántas otras muertes quedan fuera de este dramático balance. Los que pertenecen a la economía sumergida.”

Con vistas a una reflexión más virtuosa y verdaderamente capaz de encaminar el país hacia una inversión de rumbo, el Observatorio de Seguridad Laboral Vega Ingeniería de Mestre procesa desde hace años el riesgo real de muerte de los trabajadores, región por región y provincia por provincia.

“Se trata del índice de incidencia de la mortalidad, es decir, la relación entre los accidentes mortales y la población activa regional y provincial, cuya media en Italia a finales de 2023 es de 34,6 muertes por millón de empleados (35 en 2022). – afirma el presidente del Observatorio de Mestre – Este valor, verdadero “indicador de riesgo de muerte en el trabajo”, permite comparar el fenómeno de la accidentalidad incluso entre regiones con diferente número de trabajadores.

A partir de la incidencia de los accidentes mortales, el Observatorio Vega define mensualmente la zonificación del riesgo de muerte de los trabajadores de nuestro país, que así se describe – como la pandemia – dividiendo Italia en colores”.

Pues bien, en zona roja a finales de 2023, con una incidencia superior al +25% respecto a la media nacional (Im=Índice de incidencia media, equivalente a 34,6 muertes laborales por millón de trabajadores) son: Abruzos, Umbría, Basílicata. , Apulia, Molise, Campania y Calabria. En la zona naranja: Sicilia y Emilia-Romaña. En la zona amarilla: Friuli-Venecia Julia, Las Marcas, Piamonte, Véneto, Cerdeña, Lombardía, Liguria y Trentino-Alto Adigio. Las regiones más seguras, en la zona blanca, son: Lacio, Toscana y Valle de Aosta.

Y luego está una emergencia que en los últimos años se ha vuelto cada vez más clara en nuestros cálculos, es decir, la que afecta a los trabajadores extranjeros, sujetos a un riesgo de sufrir lesiones mortales más del doble que el de los italianos. Así, los extranjeros fallecidos en el trabajo de enero a diciembre de 2023 son 155 de 799. Con un riesgo de muerte en el trabajo que es más del doble que el de los italianos; Se registran 65,3 muertes por cada millón de empleados, frente a 31,1 italianos que pierden la vida en el trabajo por cada millón de empleados.

Al mismo tiempo, los informes de lesiones (mortales y no mortales) disminuyeron un 16,1% en comparación con 2022, pero los descensos se deben al fin de la emergencia de Covid que, en cambio, había “inflado” los datos de 2022 (estos y muchos otros datos). están disponibles gratuitamente en la página web del Observatorio de Mestre www.vegaengineering.com).

“Siempre hemos esperado que nuestros estudios y nuestros cálculos estadísticos puedan representar un válido soporte de conocimiento y análisis en profundidad para todos aquellos que apuestan por la prevención en el lugar de trabajo y, sobre todo, que se conviertan en una herramienta concreta y eficaz para proteger la seguridad de los trabajadores. Recordando una vez más, y precisamente en un día solemne como el 28 de abril – concluye Mauro Rossato, presidente del Observatorio de Seguridad en el Trabajo Vega Ingeniería de Mestre – que la disciplina en materia de seguridad en el trabajo en nuestro país existe y es exhaustiva. Sólo tenemos que aplicarlo. Para ello es necesaria una formación adecuada y generalizada de los trabajadores y también de los empleadores; sin olvidar el valor disuasorio de las inspecciones y sanciones. La salud y la seguridad en el trabajo no pueden considerarse costes, sino más bien una inversión. Es esencial que Italia salga del letargo de inseguridad que inmoviliza los virtuosos planes de prevención y que continúa perpetuando la tragedia año tras año. Porque la ineptitud y la ignorancia de quienes deberían ser responsables de la protección de los trabajadores se traducen luego en accidentes graves y, en ocasiones, mortales.”

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