Eliminatoria femenina de baloncesto A1, E-Work Faenza, comienza la “misión de salvación”: son necesarias dos victorias contra Battipaglia

Luca Del Favero
Por suerte en las eliminatorias, como en los playoffs, empezamos de cero y todo lo que pasó en el campeonato ya no tendrá valor. Excelentes noticias para E-Work, que entra en la fase más importante de la temporada sabiendo muy bien que ya no podrá permitirse los descensos de tensión que le han costado muchas victorias esta temporada. Lo que pasó el último día es increíble, porque el rival en la primera ronda del playout será Battipaglia y no Sanga Milano como se esperaba. El equipo de Campania venció sorprendentemente al Ragusa (91-87 después de dos tiempos suplementarios) y superó al equipo lombardo en la clasificación.
No son precisamente buenas noticias para Faenza, que demostró en los dos partidos del campeonato que Battipaglia estaba sufriendo, sobre todo en el partido de vuelta, perdiendo en Campania. La serie de playout comenzará el domingo a las 18 horas en PalaBubani y luego se trasladará a Campania el jueves 2 de mayo para el segundo partido, con el posible tercer partido programado para el domingo 5 nuevamente en Faenza. En caso de derrota, E-Work aún tendría una segunda vuelta más que asequible con Sanga Milano, que no tiene esperanzas ante el Brixia Brescia. Evidentemente, sólo pensamos en Battipaglia, que supo aprovechar el reglamento que no preveía el descenso al final de la temporada regular, utilizando el campeonato para formar el equipo para las eliminatorias. Una estrategia que de momento ha dado sus frutos, ya que hasta el 3 de marzo Battipaglia no había ganado ningún partido y había terminado en penúltimo lugar.
El mercado ha traído a italianas de calidad como la base Giovanna Smorto y Elisa Policari, una exjugadora que puede ser letal en tiros de tres puntos si tiene un día positivo, y dos extranjeras. La base francesa Mathilde Domenger y la delantera pívot ucraniana Tetiana Yurkevichus, llegada procedente del Milán. Increíble lo que pasó en el banquillo con cinco entrenadores al mando de un partido. El primero fue Vasilis Maslarinos, que a finales de noviembre dio paso por tres partidos a Franco Ghilardi, actual primer asistente. Luego fue el turno de Giuseppe Caboni desde el 9 de diciembre hasta finales de enero, Mario Alberto Conte desde finales de enero hasta finales de marzo y finalmente Francesco Dragonetto. El E-Work todavía tiene posibilidades de vencer a Battipaglia, pero tendrá que solucionar su “problema mental”, porque muchas veces les falta concentración durante los 40 minutos y, en consecuencia, llegan pérdidas de balón triviales que cuestan muy caras.
Sin duda, la clave de la serie será Tagliamento, como siempre, un líder ofensivo y carismático, junto a Cvijanovic, que paradójicamente se benefició de la lesión muscular que le permitió descansar después de un período en el que había demostrado estar realmente cansada. Brossman y Dixon debajo del aro deben imponerse y se espera que Spinelli pueda dar preciosos minutos sin verse afectada por el problema de rodilla que a veces la atormenta. Peresson tendrá que garantizar esos triples pesados ​​en los momentos clave del partido y Niemojewska volverá a ser decisiva en el juego del equipo, saliendo del túnel en el que se ha metido en las últimas semanas. Las variables importantes durante la serie son Franceschelli, que garantiza una buena contribución también ofensivamente, y Edokpaigbe, que ha crecido y ha asumido la responsabilidad suficiente para ganar minutos preciosos que está explotando.

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