(LaPresse) La ola anómala de frío y heladas que azotó Trentino está poniendo en riesgo los manzanos y los cerezos en flor. Por las noches se encendían fogatas para calentar las plantas, ya que las bajas temperaturas amenazan su supervivencia, poniendo en riesgo el crecimiento posterior de los frutos. “Son días y horas de gran preocupación para todo el sector agrícola. En este contexto debemos defender los campos, esperando lo mejor. Hará falta al menos un mes para comprender y evaluar las consecuencias de lo que está sucediendo, mientras tanto Sólo nos queda seguir vigilando la meteorología y trabajar día y noche para proteger nuestros huertos”, afirmó Ernesto Seppi, presidente de la Asociación de productores hortofrutícolas de Trentino y del Consorcio Melinda. “Son noches de insomnio – añadió Seppi – Para todos los agricultores sólo hay una prioridad: proteger los manzanos y los cerezos en la fase más crucial y crítica del ciclo natural. Al haber florecido recientemente, los botones florales son particularmente vulnerables y las bajas las temperaturas amenazan su supervivencia, poniendo en riesgo el crecimiento posterior del fruto. ¿La respuesta? Un trabajo continuo e ininterrumpido: se mantienen encendidas hogueras nocturnas alrededor de los cerezos para calentar al máximo las plantas, mientras tanto se riega el exceso de follaje. , permite proteger las flores de los manzanos mediante la emisión de calor generado por el proceso de formación del hielo. Una estrategia eficaz, la única posible para un cultivo tan extenso”.
