Problemas de aprendizaje, la escuela de Carpi se adelantó diez años a la ley

Una de las primeras experiencias de detección temprana de problemas de aprendizaje se llevó a cabo en Carpi, diez años antes de la ley 170 de 2010 que definió la legislación de referencia para las escuelas italianas. La memoria de aquella experiencia que data de hace más de veinte años está confiada a la memoria de quienes fueron protagonistas, Emilia Durante Del Mónaco Y Renzo Gherardientonces directores docentes del Tercer y Cuarto Círculo.

Renzo Gherardi y Emilia Durante Del Monaco en ese momento directores educativos del Cuarto y Tercer Círculo

“Durante las reuniones periódicas entre directores y rectores docentes y entre docentes, los diversidad presentes en algunos estudiantes que se convirtieron en dificultades de aprendizaje, problemas de conducta, preludio de fenómenos de fracaso y de mortalidad escolar y de desigualdad a nivel social y civil”, recuerda Durante Del Monaco en su testimonio en los Quaderni del Gruppo Storico Carpi-Novi. Igualmente evidentes fueron las dificultades de los profesores para encontrar estrategias para afrontar la situación tal como apareció a finales de los años noventa.

“Allá Fundación Cassa di Risparmio di Carpi Invitó a los directores de la escuela a informarnos que si hubiéramos preparado un proyecto sobre metodologías de enseñanza innovadoras dirigidas a un buen número de alumnos, con la participación de los profesores y apreciado por los padres, él lo habría financiado. Nosotros dos habíamos notado hace mucho tiempo la existencia, en un número creciente de estudiantes, de problemas de aprendizaje que no parecían solucionables con métodos de enseñanza conocidos”. Renzo Gherardi, psicólogo educativo, formador y director de varios cursos de formación, conoció Giacomo Stellapsicólogo en ese momento Autoridad sanitaria local de Bolonia, hoy uno de los principales expertos nacionales en el campo de las discapacidades específicas del aprendizaje (DSA). “En el coche – recuerda Gherardi – fuimos los dos a Bolonia para hablar con él y él nos informó que precisamente en aquel año escolar 99/2000, en unas primeras clases de Bolonia, con un grupo de logopedas, estaba experimentando con la identificación temprana de la dislexia”.

Con la financiación de la Fundación CRC, en el curso escolar 2000/2001 se inició el proyecto “La escuela es buena para todos” en las primeras clases de las escuelas primarias de Carpi del Tercer y Cuarto Círculo con la formación de profesores, apoyados por logopedas. y la administración de ejercicios sencillos, registrados y estandarizados, para detectar tempranamente dificultades específicas. Los profesores se incorporaron a los cursos de formación, lo que representaba una carga adicional para su trabajo y el servicio maternoinfantil de ASL se reorganizó para dar cabida a los padres que solicitaban una certificación y un itinerario escolar personalizado para sus hijos.

En aquella época se sabía poco. “En 2001, la Dra. Stella me invitó a un congreso internacional sobre dislexia en Bolonia, en la antigua iglesia de Santa Lucía, durante el cual hubo muchos testimonios pero todavía no había una práctica común. La experimentación realizada en Bolonia y otros Carpi estuvo a tal punto que el proyecto siguió igual incluso cuando diez años después, en 2010, se sancionó la ley 170. que introdujo la obligación de identificación temprana y la metodología para abordar dificultades específicas de aprendizaje”, recuerda Gherardi.

Hoy en Italia los cuatro tipos de DSA siguen siendo los identificados por el Dr. Stella: dislexia, disgrafía, disortografía y discalculia e Conciernen al 4% de la población escolar., aproximadamente un alumno por clase. “La dificultad de aprendizaje no afecta a la inteligencia, no se enferma ni se recupera, pero un diagnóstico precoz permite al niño afrontar con mayor éxito su carrera escolar: alumnos clasificados como apáticos y distraídos porque se ven obligados a utilizar enormes cantidades de energía con el resultado de cansarse rápidamente y muchas veces quedarse atrás de sus compañeros, gracias a un plan de enseñanza personalizado lo compensan con el uso de la tecnología y quedan exentos de parte del trabajo. No es una vida fácil pero el diagnóstico ayuda a comprender y el camino potencia el potencial del estudiante.”

Haber adelantado diez años la ley de 2010 no es poca cosa: en Carpi, al menos un centenar de alumnos inducidos a comportamientos reactivos y desconectados debido a la dislexia fueron diagnosticados y pudieron beneficiarse de un camino que les ayudó.

Sara Gelli

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