la denuncia es en la escuela La Nuova Ferrara

Ferrara Un asunto triste, pesado y difícil de resolver. Y aunque digamos denunciar lo que sucede, cuando los problemas están en la escuela se levantan muros que parecen insuperables con el riesgo de que las víctimas sean también las que paguen las consecuencias. Lo ocurrido el pasado viernes en un colegio de nuestra provincia es un grave episodio de violencia grave e injustificada cometido por un chico que quizás tiene problemas más graves que el de ser “simplemente” violento. Porque no hay otra forma de explicar el gesto de coger la cabeza de un compañero -un año menor y más pequeño- y golpearla contra el borde del pupitre, provocándole una lesión que motivó a la profesora presente en el aula a llamar al 118. y la policía. Y como consecuencia los propios padres presentaron una denuncia ante los militares y no es la primera. Pero ahora, enojados y decepcionados, también quieren denunciar a la escuela.

El anterior Los signos de problemas entre el chico acosado y sus dos compañeros (porque son dos) ya se habían notado en diciembre. De hecho, la primera denuncia a la policía de la localidad donde ocurrió el hecho la realizó el padre del menor el pasado 8 de diciembre. Y la historia es típica, la de un niño blanco de otros compañeros físicamente más desarrollados. Son muchos los episodios, desde patadas en las espinillas hasta puñetazos y palmadas en los hombros o la cabeza, pasando por una intervención violenta durante la clase de educación física con castigo por parte del profesor. Gestos que se repiten a diario, hasta el punto de empujar a los padres a acompañar físicamente a su hijo al aula, además de alertar a los profesores y al coordinador de lo que estaba sucediendo, lamentablemente sin que pasara nada.

Violencia Y así llegamos al viernes pasado y a la nueva denuncia, completada con un parte médico con un diagnóstico que habla de “traumatismo craneoencefálico leve con herida tratada con puntos” y un pronóstico de diez días. La violencia ocurrió en el salón de clases, durante la lección del profesor de matemáticas que estaba ocupado en ese momento preparando algunos exámenes, luego llamado por los otros niños vio inmediatamente al niño sangrando. Los padres enumeraron los contactos de los compañeros que presenciaron el episodio, pero en realidad en este caso el problema no es identificar al culpable, sino solucionarlo… el problema.

Ayer, aprovechando el feriado, vinieron madre, padre e hijo al nueva ferrara para contar lo que está pasando. El niño todavía tiene un parche notable en la frente pero está bien, ciertamente es un tipo inteligente y entiende bien lo que está pasando. Y como explican los propios padres, es delgado, pero no tímido, cuando mamá y papá no recuerdan algún detalle él se encarga de explicarles las cosas. Y cuando se le pregunta si sería mejor cambiar de colegio el año que viene, se muestra inflexible, como explica su madre: “Lo hemos pensado, pero vivimos en el pueblo y todos sus amigos están en ese colegio”.

La historia Y llegamos a lo que pasó el pasado viernes, con el padre llamado del colegio porque su hijo estaba herido justo cuando llegaba su madre al instituto. «Como no hay sitio para aparcar – dice -, me quedé cerca del coche que estaba ocupando espacio esperando a mi hijo, sólo que salían todos menos él. Cuando mi marido me llamó, la puse en un espacio que acababa de quedar libre y corrí a la escuela, donde estaba la policía y la ambulancia. Inmediatamente pedí ver a mi hijo, estaba sentado cerca de las máquinas con el profesor de matemáticas, quien fue muy amable y me dijo que había llamado a la policía. Por otro lado, él, como los demás profesores, sabe los problemas que existen.”

El agresor en cuestión es un ciudadano extranjero, un año mayor que la víctima. «Después de diciembre las cosas se calmaron – dice el padre -, luego después de Pascua empezaron de nuevo, más serios que antes. Tras el golpe que sufrió el viernes, nuestro hijo se quedó en casa, pero empezaron los problemas para una pareja y amigo de nuestro hijo, que fue puesto en medio por el acosador y uno de sus compatriotas. En la escuela nos dijeron que ahora lo están vigilando, pero el hecho de que esté en primera fila no soluciona las cosas”.

Y la propia escuela está en el punto de mira de los padres: «Cuando denunciamos a la policía en diciembre, también hablamos con el vicario, dado que la escuela no tiene un director “adecuado”. Los problemas persistieron y se notaron. Después del episodio del viernes nos explicaron que la escuela envió una carta a los padres, tienen dos semanas para apelar, de lo contrario su hijo será suspendido por una semana, pero mientras tanto nuestro hijo está en casa”. «Cuando llegué a la escuela el viernes – dice la madre -, el vicario quiso restarle importancia pero todos saben que ese niño tiene problemas, pero no pueden darle un profesor de apoyo. Por este motivo, nosotros y nuestro abogado hemos decidido demandar al instituto”.

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