Ya casi llegamos, faltan pocos días para la fiesta dedicada a patrono de basílica: la Virgen Negra de Viggiano (PZ).
Domingo 5 de mayo, como cada año (desde hace 800 años), Viggiano celebra su Virgen Negra.
Desde hace siglos y siglos, cada primer domingo de mayo la Virgen Negra de Viggiano, patrona y reina del pueblo lucano, asciende a su Sacro Monte.
Algunos dicen que su presencia ya rondaba en las ciudades romanas de Grumentum y Venusia durante las primeras predicaciones evangélicas, pero lo más probable es que su culto se remonte a la llegada de los monjes basilianos procedentes de Oriente, de ahí su rostro cetrino.
Aparentemente la primera vez que vino la Estatua llevado a la cima de 1725 metros de la montaña de Viggiano debía escapar de la “furia bárbara” de los sarracenos, hacia el año mil.
Al cabo de unas décadas (para entonces ya estaban allí los normandos) la Estatua fue encontrada por unos pastores gracias a la aparición periódica de ciertos fuegos extraños en un lugar concreto y fue devuelta al pueblo, ubicándola en una capilla que luego fue ampliada y transformado en el suntuoso santuario urbano de hoy, orgullo de toda Lucania.
Al mismo tiempo, también en el lugar del descubrimiento, en la cima del Monte (más tarde llamado “sagrado”), se construyó una capilla, donde se traía la estatua cada primer domingo de mayo y de donde se retiraba cada primer Domingo de septiembre.
La propia Virgen, a través de frecuentes prodigioshabía demostrado que quería estar con su pueblo tanto durante el verano, en los campos y montañas, para los trabajos de pastoreo y agricultura, como durante el invierno, cuando se retiraban al pueblo debido al clima desfavorable.
Así nació la costumbre de acompañar, el primer domingo de mayo, la estatua de la Virgen Negra (encerrada en su precioso cofre) hacia la “casa de verano”, en la Capilla a 1700 m sobre el nivel del mar.
Durante el arduo ascensolos peregrinos, cantando y orando, aunque una carretera moderna les permite llegar en autobús o en coche no lejos del Santuario, ascienden a pie, a menudo descalzos, llevando trofeos de flores y velas en la cabeza, cantando, suplicando y agradeciendo a la Virgen Negra.
Cada año son numerosos los peregrinos lucanos devotos de esta Virgen que van a Viggiano para rezar y rendir homenaje a la Virgen.
Este es el programa.
