Casi nadie en Italia habla de errores judiciales, pero ¿cuántos son? ¿Cuántas personas terminan en prisión o bajo arresto domiciliario, para luego resultar inocentes? ¿Y cuánto gasta el Estado para compensar a estas personas por una detención injusta?
Es necesario distinguir los casos de indemnización por detención injusta de aquellos de indemnización resultante de un error judicial, estos últimos no constituyen el objeto de estudio de los datos proporcionados por el Garante de Campania de las personas privadas de libertad personal, así como el portavoz nacional de la Conferencia de Garantes Territoriales de la persona privada de libertad personal, Samuele Ciambriello:
“En primer lugar encontramos el Tribunal de Apelación de Reggio Calabria con 82 órdenes de pago de indemnización por detención injusta dictadas en 2023, seguido de Roma con 59 órdenes, Catania con 53 así como el Tribunal de Apelación de Palermo, Catanzaro con 52 órdenes , Nápoles con 43 ordenanzas y Salerno con 16 ordenanzas.
En cuanto al importe de las indemnizaciones asignadas a estas personas, en primer lugar se sitúa el Tribunal de Apelación de Reggio Calabria con 8.019.396 €, Palermo con 3.845.580 €, Roma 2.626.240 €, Catanzaro 2.129.959 €, Catania 1.565.935 €, Lecce 1.179.757 €, Nápoles 955.099 € y Salerno 761.394 euros. El importe total pagado en 2023 en concepto de indemnización por detención injusta en toda Italia equivale a 27.844.794 euros y se refiere a 619 órdenes con las que los Tribunales de Apelación han ordenado el pago.
Desde 1991 hasta el 31 de diciembre de 2023, hubo 32.016 casos de errores judiciales y víctimas de detenciones injustas, ¡una media de poco más de 960 personas al año!
“Son cifras impactantes, por lo que cada día 3 personas terminan en prisión sin culpa, años de libertad robados por la justicia italiana. Una reflexión: para que las intervenciones de prevención sean eficientes, superar una visión centrada en las prisiones es más necesario y necesario que nunca. ¡Se necesitan intervenciones urgentes en prisión, aquí y ahora!” Así concluye el Garante Ciambriello.
