Escondido entre colinas y rico en historia, el pueblo medieval en el corazón de Sicilia captura la imaginación de los visitantes con su encanto atemporal.
Hay numerosas razones para explorar el pintoresco pueblo de Troina, ubicado dentro del extraordinario paisaje natural y paisajístico del Parque de las Montañas Nebrodi. Hoy, a estos motivos se suma su nueva identidad como museo al aire libre.
La administración local ha finalizado recientemente la creación de un itinerario turístico multimedia que recorre los barrios medievales de la ciudad. Este itinerario está diseñado para guiar a los visitantes a través de los acontecimientos más importantes de la historia normanda en Sicilia. Este proyecto debe situarse en el contexto de los esfuerzos destinados a revalorizar el precioso patrimonio arquitectónico histórico de la ciudad, que tiene un valor cultural inestimable. Además, pretende valorizar los monumentos y bienes histórico-artísticos que han marcado la historia milenaria de Troina, la primera capital normanda de Sicilia.
El pueblo de Troina, Sicilia
En Troina, los visitantes pueden contemplar los antiguos sitios históricos, iglesias y maravillas naturales del Parque Nebrodi, así como participar en eventos culturales de importancia internacional y celebraciones del folclore y las tradiciones locales. No es casualidad que Troina esté incluida en el circuito de los pueblos más bellos de Italia y ofrezca un mirador desde el que se pueden admirar unas vistas impresionantes, únicas en el mundo, que se extienden sobre el Etna, el golfo de Augusta y el mar Jónico.
El museo al aire libre de Troina se centra en los episodios más significativos de la historia normanda en Sicilia. A través de diez paneles de mayólica pintados a mano, creados por el artista local Sandro Impellizzeri y colocados en las características callejuelas del centro histórico, a lo largo del antiguo trazado del castillo-ciudad medieval, se narran los acontecimientos más destacados de una época en la que Troina fue la Residencia privilegiada de la familia Altavilla durante unos treinta años. Estas obras pictóricas se inspiran en la crónica del monje benedictino Goffredo Malaterra, conocida como “Las empresas del conde Roger y su hermano Robert Guiscard”.
El alcalde Fabio Venezia subrayó que día tras día el mosaico del Sistema de Museos de Troina se enriquece con nuevos elementos, creando una visión y una oferta cultural variada, como la historia de la ciudad. A través de una ruta que aún conserva el ambiente medieval, con sus callejuelas estrechas, murallas antiguas, torres de defensa y arcos apuntados, los visitantes, turistas y amantes de la historia pueden sumergirse en una historia evocadora y fascinante. Esto les permite no sólo conocer los acontecimientos que caracterizaron a Troina, sino también revivir una parte de la gloriosa historia que moldeó el destino de Sicilia.
La tradición gastronómica del pueblo de Troina
Además del aspecto cultural, lo que atrae a los visitantes del pueblo nebroide de Troina es su rica tradición gastronómica. Troina es quizás el único lugar de Sicilia que tiene una tradición culinaria única: los cannoli al horno. Esta exquisita variación del clásico cannoli siciliano, que normalmente se fríe, es igualmente deliciosa pero más ligera. ¡Es una auténtica delicia para los paladares más refinados!
El cannoli al horno es una variante del clásico cannoli siciliano, tiene forma cilíndrica de unos 15 cm y se cocina en el horno en lugar de freírse. Se puede rellenar con ricotta o natillas, ofreciendo una sabrosa experiencia culinaria. Sin embargo, los cannoli horneados no representan la única excelencia gastronómica de Troina. En el corazón de la provincia de Enna, este lugar ofrece una cocina auténtica y representa un testimonio de la tradición culinaria siciliana. Las antiguas recetas, transmitidas de generación en generación, todavía se preparan con ingredientes y productos típicos de Nebrodi, brindando a los visitantes el auténtico sabor de Sicilia.
Explorando los alrededores de Troina: del lago Ancipa a los restos de antiguos monasterios
Entre los edificios históricos de Troina destaca la Torre Capitania, construida en el siglo XII, que hoy alberga el Museo Borbón. Aquí todavía se encuentran las antiguas celdas de la prisión. Igualmente notable es el castillo normando, construido por Ruggero d’Altavilla en 1061. Sus murallas, una vez sostenidas por fortificaciones megalíticas que datan del siglo V a.C., rodeaban la antigua Troina. Hoy en día sólo quedan del castillo el campanario y la torre de Via Ruggero.
A poco más de 13 km de Troina se encuentra el lago Ancipa, situado en las montañas Nebrodi a una altitud de 944 metros. Este lago, creado tras la construcción de una presa, está rodeado de bosques de robles y hayas, habitados por conejos salvajes y liebres. Los observadores de aves pueden observar fochas y ánades reales. Un sendero circular permite explorar el lago a pie, a caballo o en bicicleta, mientras que los amantes de los deportes acuáticos pueden practicar remo.
Una visita al lago Ancipa también ofrece uno de los espectáculos nocturnos más evocadores de Italia, con la Vía Láctea claramente visible en noches claras y despejadas. Antes de salir de Troina, se recomienda visitar el Monasterio de San Michele Arcangelo “Il Vecchio”, una de las abadías basilianas más famosas de Sicilia. Este monasterio albergaba las reliquias de San Silvestre, quien pasó allí su vida monástica. Dañado por el terremoto de 1693, cayó en ruinas y los monjes se trasladaron al Monasterio de San Miguel Arcángel “Nuovo”, que posteriormente también se derrumbó. A pesar de su decadencia, la abadía conserva un encanto inalterado y todavía se pueden ver los restos de un monasterio normando que data del siglo XI d.C.
