Trece puntos en cinco partidos, 26 en los 27 anteriores. Son los números sensacionales de un Gravina que ahora mira a la salvación directa a los ojos. Después de la remontada en casa contra el Barletta el 24 de marzo, los amarillos vencieron sucesivamente a Paganese, Matera, Gallipoli y Bitonto. Una gran variedad de resultados útiles seguidos, realzados por 16 goles marcados en la mitad. ¿Resultado? 39 puntos alcanzados, +4 en zona playout y posibilidad de mantenerse matemáticamente en la categoría a falta de 90 minutos. El defensa Ivo Quaranta habla del estado de ánimo del grupo.
El calendario es un aliado de los murgos. El próximo domingo será la visita al campo de un equipo Gelbison que ya está seguro con sus 42 puntos. Ganar significaría hipotecar la salvación directa, un objetivo casi imposible de imaginar hace apenas un mes. La última jornada incluye el partido en casa contra el Manfredonia.
La remontada de Gravina también parece una venganza para Raimondo Catalano. El técnico, despedido en noviembre con el equipo con nueve puntos tras 12 jornadas de campeonato, volvió al banquillo el 16 de marzo. Tras el nocaut de Fasano llegaron 13 puntos en cinco partidos. La media global, con 22 puntos en 18 partidos bajo su dirección, es superior a un punto por partido. Quaranta admite la importancia de su impacto en el vestuario.
