Foro Social del Vivir, la necesidad de un movimiento nacional surgió en Bolonia

El Foro Social de Bolonia que tuvo lugar del 18 al 20 de abril, fue un evento real, que dio voz y representación a multitud de sujetos que analizaron, discutieron y aprobaron plataformas, dotándose de una agenda concreta para un movimiento cohesionado, fuerte y participativo. Una agenda que ahora da cita para el próximo Foro Social para vivir, en marzo de 2025 en Nápoles.

La voluntad y la necesidad de construir un movimiento surgieron en Bolonia visible que tiene una dimensión nacional, que sigue discutiendo políticas de vivienda, pero dentro de una trayectoria más integral que habla de: ingresos por trabajo pobre; cuestión salarial; derechos de ciudadanía; gobernanza democrática del territorio; necesario papel del Estado en el ámbito social y popular; detener el consumo de suelo y la sobreconstrucción de ciudades; recuperación de vacancia pública; una ley que limite el poder excesivo de plataformas de alquileres turísticos; aumento exponencial de los alquileres; Es necesario estudiar cómo abordar el impacto negativo de la inteligencia artificial en la vida y las ciudades.

En el amplísimo espectro de experiencias y comparaciones, no se ha pasado por alto el tema de la necesidad de uno. reforma fiscal que abandona, por ejemplo, la cupón seco, véase el de los alquileres en el mercado libre y de las B&B, que no produjeron una reducción de los alquileres, pero consumieron enormes recursos públicos en favor de la propiedad de los edificios. Así como ha llegado el pedido de frenar la enajenación de bienes públicos y la deficiente gestión del ERP.

El Foro Social se reflejó en las riquísimas experiencias de vivienda social que son una realidad en muchas ciudades de la Península, planteándose además la necesidad de una Cambio cultural dadas las múltiples modalidades de vivienda presentes en la sociedad actual, teniendo en cuenta la necesidad de trabajar para superar las dificultades de acceso a la vivienda privada, muy a menudo frenada también por el racismo creciente y los prejuicios antitransfeministas.

En total, entre los aproximadamente 350 participantes en el Foro Social de la Vivienda existe el deseo de establecer contactos entre las organizaciones que participaron, pero también de ampliar las alianzas para actuar plenamente con respecto a las actuales políticas sociales basadas en los ingresos de la vivienda y el suelo, que continúa ser cementado. Políticas que producen desigualdades y fragmentación de las personas y de la vida social y contribuyen a la crisis climática.

La necesidad de contrarrestar, incluso en los suburbios, la modelo de familia patriarcal aun presente. Relanzar un censo y estudio del patrimonio público, privado y eclesiástico, para tener datos para analizar y relacionar con lo existente. El tercer sector, muy presente junto con los estudiantes universitarios, tiene un papel importante en el concepto del derecho más amplio a vivir, pero con un papel en la implementación de una nueva calidad de vida no simplemente como una muleta o como un reemplazo para el público, dando sustancia para la coplanificación y la coprogramación.

En el fondo, también surgió la necesidad de un compromiso a nivel internacional, empezando por la UE, para pedir el uso de fondos estructurales para ERP y eliminar la financiación nacional para el sector del Pacto de Estabilidad, para concretar que la cohesión social que es, pero de momento es sólo un “debería” ser, un pilar de la UE

Ahora la primera tarea es dar continuidad en los territorios e iniciar el trabajo de construcción de Foros Sociales del Vivir locales. Es el comienzo de un viaje sin precedentes. Un momento que ve muchas realidades diferentes. unirse formar una red nacional de análisis y lucha. Un punto de inflexión fundamental en la batalla por la vivienda, que seguirá siendo escuchada gracias a campañas temáticas, iniciativas territoriales y nacionales.

Se trata de convocar a un nuevo protagonismo de las instituciones públicas, en la planificación y la inversión para el mantenimiento y construcción de más viviendas de uso público. Es necesario definir una legislación que permita el uso de bienes comunes poniéndolos a disposición de las comunidades locales. también para vivienda y fines sociales.

En cuanto al impacto de los alquileres de corta duración, es necesario regularlo. Los participantes en el Foro Social para vivir representan la necesidad de pensar y practicar territorios acogedores, a través de políticas regenerativas y continuas, para hacer de la periferia lugares vivos y habitables. En esencia, la vida debe aunar políticas de bienestar, políticas ambientales y derechos individuales y colectivos.

Los recursos están ahí, dicen al unísono desde el Foro Social. Estos pueden identificarse a través de un impuestos que afecta a grandes riquezas y grandes propiedades inmobiliarias; mediante la reducción del gasto militar y la cancelación del proyecto del Puente del Estrecho. El evento de Bolonia marcó el inicio de una “Coalición Nacional por la Vida”, que conecta redes sociales, sindicatos, estudiantes, finanzas éticas, investigación científica, tercer sector y activismo ambientalista, feminista, LGBTQIA+ y antirracista. Un Movimiento que el Foro Social ha definido “Vivir en movimiento”. El mensaje al Gobierno y a la política es alto y claro: no hay debut.

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