Cosenza, sanidad amañada. Los ministerios desenmascaran la falsa transacción millonaria de la ASP y dejan a Occhiuto sin “dinero”

Las empresas de factoring y los organismos de servicios sanitarios de Calabria han llegado a la mesa de los aduces. Se trata, en particular, de la cuestión de las deudas y créditos de la Autoridad Sanitaria Provincial de Cosenza contraídas a lo largo de los años y objeto de numerosas especulaciones a falta de estados financieros consolidados desde hace varios años.

El punto delicado es la relación entreÁspid de Cosenza (el más grande de Calabria) y el Banco BFF (el mayor factor nacional en atención sanitaria). Una relación que también acabó en el punto de mira de los ministerios que supervisan el plan de recuperación y más allá.

Finanzas habría recogido en las legendarias oficinas de la ASP en via Alimena la documentación relativa a uno de los gigantes italianos más importantes, titular de la gran mayoría de los créditos acumulados por particulares a lo largo de los años en espera de liquidación. A finales de año, la ASP estableció una operación de 39 millones de euros para cerrar un largo proceso de circularización de deudas anteriores.
Más de 23 millones de euros corresponden a gastos adicionales acumulados a lo largo del tiempo. Dieciséis, sin embargo, serían los vinculados a la deuda real contraída por la empresa sanitaria a lo largo de los años con empresas privadas y proveedores. Otros 1,8 millones se refieren en cambio a “facturas no registradas sujetas a órdenes de ejecución”. Sin embargo, el caso permaneció casi en su totalidad en alto secreto. Los anexos a la resolución de diciembre nunca fueron publicados.
La resolución se cerró con una “nota”: “todas las sumas pagadas en relación con el acuerdo de transacción antes mencionado y que no sean adeudadas, por cualquier motivo, serán reembolsadas”.

En el centro de la investigación de la Fiscalía de Milán sobre los bancos de factoring y el comercio de créditos está la función de estas instituciones bancarias, su capacidad para comprar créditos reclamados por proveedores y particulares a las empresas sanitarias. Una situación en la que se ocultarían pagos dobles y triples. Además, una condición exacerbada por situaciones complejas de gestión y contabilidad dentro de las propias empresas. En Calabria la situación no afectaría sólo a un banco. Hay varias empresas, todas ellas con sede en Milán, que desde hace tiempo se centran en la deuda sanitaria de Calabria… En el medio está también el caso Cosenza: el procedimiento que condujo a la transacción con uno de los bancos habría sido llevados a cabo sin la opinión de las oficinas competentes. Un consultor se habría encargado de gestionar todo el procedimiento de compraventa de créditos, por valor de casi cuarenta millones de euros…”.

En el acta de la reunión del 22 de enero, sobre el análisis del balance, se lee: “Las Tablas solicitan aclaraciones sobre la transacción y el correspondiente reconocimiento por parte de la ASP de Cosenza (DD n. 1758 del 29/09/2017 ) datan del año 2017 pero los efectos, o parte de ellos, se registran en el CE 2022″. Y hasta ahora poco si no fuera por la continuación: “Se solicita una aclaración sobre el desajuste entre el importe de 2,012 millones de euros detectado en los déficits activos y el importe de los intereses a los que renunció el BFF equivalente a 2,188 millones de euros. Además, se solicita aclaración sobre el pago de intereses reconocido por la operación por importe de 3.283 millones de euros, no respaldado por una nota de adeudo, sino por un documento ficticio., como se desprende de la documentación elaborada con protocolo. 7 del 01/09/2024”.

No se sabe si desde entonces se han dado las aclaraciones necesarias (quizás en la reunión con los ministerios de hace unos días). La transacción “sospechosa” sólo puede ser la de 39 millones de euros cerrada a finales del año pasado. Una escritura también estipulada con el BFF Bank y que ciertamente no brillaba por su transparencia a pesar de estar dentro del ámbito del procedimiento de circularización.

Pues bien, el supuesto consultor que hizo la negociación es Salvatore Crisci, un abogado del colegio de abogados de Salerno que de repente aterrizó en Cosenza. Este Crisci nunca había ganado un concurso, nunca había participado en una formación sobre privacidad, pero desde hacía algún tiempo leía todos los documentos registrados en la ASP y se jactaba de ser el brazo derecho de Strafalaria. Completo con despacho y secretaría.

¿Cómo se justificó Graziano? ¿Cómo se puede permitir que un ciudadano común y corriente trabaje como consultor sin ningún procedimiento de licitación y, sin embargo, continúa en los pasillos dando órdenes y exigiendo respuestas a los empleados?

Sí, en definitiva, le dejaron ganar algo que parecía un concurso y por eso inventaron un “Anuncio público para la asignación del rol individual de perito jurídico con un contrato de servicios profesionales”. Se pusieron de corona a algún impresentable (¡primero el propio Nicola Gaetano!) y se fueron como… ¡un tren! Y al final, el 13 de septiembre de 2023, los tres de Ave María – Antonello Graziano alias Strafalaria, Remigio Magnelli alias Fra’ Remigio da Voragine y Martino “Maria” Rizzo que no necesita nombres… – declararon a Crisci ganadora del concurso. público y se apresuraron a definirlo descaradamente como jefe de la oficina jurídica de la ASP.

Su misión era cerrar esta transacción de 40 millones. Está completamente claro que él mismo está en el centro de un verdadero lío y en los pasillos de Via Alimena su nombre se ha convertido en una broma: no hay opiniones de Contabilidad y Asuntos Jurídicos y, sin embargo, esta negociación absurda se llevó a cabo y luego hay los tres idiotas útiles que firmaron la misma resolución sin una propuesta estructurada. En resumen, existen todas las condiciones para un gran escándalo. También porque esta vez los tres del Ave María (Graziano, Magnelli y Rizzo) ya ni siquiera tienen el “paracaídas” pero estamos seguros de que también están haciendo todo lo posible para salir de él.

Sí, estamos ante un gran escándalo porque la investigación empieza desde lejos. Es decir, desde que hace tres años llegaron las órdenes de pago de cuatro empresas diferentes, todas con sede en Milán. La mayoría de ellas eran créditos relacionados con residencias de ancianos privadas, adquiridos por las empresas y exigibles de cobro. Se trataba de partidas extrapresupuestarias que no podían liquidarse, mientras que en otras ocasiones no existía registro de esas facturas en la contabilidad de la empresa. La investigación se inició tras una solicitud de acceso a los documentos por parte del ex consejero regional Carlo Guccione. Otras veces, sin embargo, ya habían sido liquidados mediante procedimiento ordinario. Una práctica valorada en unos doce millones de euros que no es más que la punta del iceberg. Ya que hemos llegado a una transacción por valor… 40 millones de euros. Hoy, sin embargo, hay algo nuevo. Sabemos que los ministerios han apuntado a la ASP de Cosenza y a una empresa privada por una “transacción de 3 millones justificada con un documento ficticio”. Una relación tóxica para las finanzas públicas regionales, que ha cavado auténticos abismos. Y de poco sirve la charla de Occhiuto, que también se queja de no recibir suficiente dinero. En este punto alguien tendrá que dar cuenta de este desastre y Occhiuto no podrá decir que no lo sabía. ¿Haces trucos? Y no te pago, le dijeron en el ministerio y lo hicieron muy bien.

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