Los procesos penales iniciados contra operadores de las ONG Jugend Rettet, Save The Children y Médicos Sin Fronteras han finalizado en Trapani después de 7 años, y con una sentencia de sobreseimiento. Los 10 acusados de complicidad en la inmigración ilegal fueron absueltos.
Las organizaciones humanitarias fueron acusadas por los fiscales de Trapani de haber llegado a acuerdos con traficantes de seres humanos y de no haber prestado realmente asistencia a los refugiados, sino de haber actuado como “taxis” para ellos, trasladándolos desde barcos libios a los que luego habrían permitido que regresaran sin ser molestados.
Pero para el juez de las audiencias preliminares (GUP) el hecho no existe y la no diligencia había sido solicitada por el mismo fiscal de la localidad siciliana tras una investigación que costó casi 3 millones de euros. El Ministerio del Interior fue parte civil en el proceso, que se acogió a la decisión del juez. Los fiscales también habían ordenado la incautación del barco Iuventa de la ONG Jugend Rettet, una de las tres organizaciones humanitarias implicadas: un barco que, entretanto, ha sufrido graves daños y ya no se puede utilizar.
