Cada vez son más las personas que abandonan servicios sanitarios necesarios por problemas económicos o de suministro, por ejemplo listas de espera demasiado largas o dificultades para llegar a los lugares donde se presta el servicio: desde este punto de vista El Piamonte registra la peor situación en todo el norte de Italia. La imagen surge del capítulo dedicado a la salud en el informe Bes (Bienestar Equitativo y Sostenible) relativo al año 2023, publicado hace unos días por Istat.
En 2023, en Italia, la proporción de personas que tuvieron que vivir sin cuidados ascendió al 7,6% de la población total, frente al 7% del año anterior. Con 372 mil personas más, llegamos a un contingente de alrededor de 4,5 millones de ciudadanos que han tenido que renunciar a visitas o controles por problemas económicos, listas de espera o dificultades de acceso. “Este aumento puede atribuirse a consecuencias directas e indirectas del shock pandémico, como la recuperación de las prestaciones pendientes aplazadas a causa del Covid-19 o la dificultad de reorganizar eficazmente la asistencia sanitaria, teniendo en cuenta las limitaciones para cubrir el aumento de la demanda de servicios con un número adecuado de recursos profesionales y, por último, pero no menos importante, el empuje inflacionario de la situación económica, que ha empeorado la capacidad de acceder a los servicios sanitarios”, leemos en el documento publicado por Istat.
A nivel territorial, el aumento en 2023 respecto al año anterior se concentra sobre todo en el Centro (del 7% al 8,8%) y en el Sur (del 6,2% al 7,3%), pero entre las regiones del Norte ( donde la media es del 7,1%), como se mencionó al principio, a ninguno le va peor que a Piamonte: según el Istat, el año pasado un 8,8% de los piamonteses optó por abandonar el tratamiento a pesar de necesitarlo, cifra tres puntos porcentuales superior a la registrada anteriormente la pandemia, en 2019.
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