Básquet Nacional B, los Negros Faenza han vuelto a cambiar: Garelli a imitar… Garelli

Básquet Nacional B, los Negros Faenza han vuelto a cambiar: Garelli a imitar… Garelli
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Valerio Roila
Estábamos tan equivocados. Con un repentino cambio de sentido, la dirección de Raggisolaris volvió sobre sus pasos, poniendo fin al interregno de Alessandro Lotesoriere y llamando al banquillo a Luigi Garelli, que había iniciado la temporada y dirigió los diez primeros de la temporada regular. Una elección que no sorprende sólo en parte, dada la gran estima que los empleados de la empresa sienten por el entrenador de Bazzano, despedido el pasado mes de noviembre para intentar dar un shock psicológico al equipo, y quizás también debido a una sobreestimación (en general, no sólo en por parte de la sociedad, pero también de los profesionales) de los objetivos, y en consecuencia por la brecha creada con los resultados obtenidos. El pasado sábado, en el PalaCattani, asistimos al último acto de Lotesoriere al frente del neroverdi. Una actuación vigorosa y decidida de los negros, que acabó amargamente con una derrota al sprint, y con el ex entrenador de Rávena elevando el tono en la sala de prensa, quejándose de que el arbitraje era demasiado complaciente con Marulli, base de las Marcas. , culpable de haber conseguido el éxito de los tiros libres del equipo acentuando los contactos. Lote, que había asumido un equipo en octava posición y lo dejó allí, con un balance sólo ligeramente mejorado (52,6% de victorias, frente al 50 de Garelli), tiene el mérito indudable de haber tonificado la moral de sus tropas, elevando la calidad del ritmo ofensivo y aportando nuevos estímulos y mayor resiliencia general. En defensa, sin embargo, a pesar del intento de alguna solución táctica, las cosas no fueron tan bien y el vínculo con los “senadores” del equipo y con la afición nunca despegó.

EL SEGUNDO ACTO
Con la situación de los playoffs en juego y un calendario cuesta arriba, el club intentó el “tiro de la desesperación” llamando al técnico Garelli. Que encuentra una plantilla modificada por elecciones que no son las suyas (vía Aromando, en su lugar Poletti, y la histórica compra del extranjero Begarin para sustituir a un Tomasini en boxes), y que intentará moldear en plazos muy ajustados. La ventaja es que conoce perfectamente el entorno, casi toda la plantilla y el personal de trabajo (al asistente Pío lo trajo él a Faenza). La esperanza es volver sobre el camino de su “primera vida” en Faenza: llegó en diciembre de 2021 para sustituir al despedido Serra, concluyó la temporada regular con 10 victorias consecutivas, el paso de los cuartos de final del playoff anulando el factor campo con Ruvo y la semifinal heroica contra el entonces ascendido Rimini. La temporada pasada fue entonces su orgullo y quizás también su condena, traspasando los límites de las expectativas: 23 victorias sobre 28 y un cara a cara por el ascenso con el predestinado Rieti, que se impuso. Esta temporada, sin embargo, los problemas fueron mayores de lo esperado y el amargo adiós, que resultó ser un adiós, llegó en noviembre: «Una decisión fruto de mis errores cometidos ya en verano – admite Garelli – pero con la gestión que tuve Me fui en excelentes términos, y esta es una de las razones que motivó mi regreso. Nunca me había pasado que me convocaran a un equipo en la misma temporada después de haber sido despedido, pero ahora estamos reiniciando todo, porque queda poco tiempo para volver a encontrar los mejores mecanismos. Me encuentro con un equipo que conozco, pero fortalecido y con más experiencia que cuando lo dejé. No puedo trabajar continuamente en los aspectos tácticos y algunos equilibrios son diferentes desde el inicio de la temporada, sin embargo intentaré insertar algunos de mis conceptos de baloncesto, tratando de poner a cada jugador en las mejores condiciones para dar su contribución. Tendremos que centrarnos mentalmente en nosotros mismos para dar lo mejor de nosotros y competir con todos”.

DEL CAMPO
Después de la derrota en casa del sábado pasado contra el contratista general Jesi, los negros jugaron el miércoles por la noche en Ruvo di Puglia contra el líder de la liga Tecnoswitch, con el periódico ya cerrado. El próximo sábado, víspera de Pascua, los neroverdi de Garelli regresan al Pala Cattani (dos bolas a las 20.30) para recibir a los Leones de Bisceglie, un equipo en serios problemas que busca la mejor posición posible de cara a los play-outs. Mucho más importante será el próximo partido, siempre dentro de los muros amistosos, el domingo 7 de abril, cuando el gran Liofilchem ​​​​Roseto llegue a Piazzale Tambini, luchando por el liderato del grupo. La temporada regular del Raggisolaris finalizará con dos derbis: en el PalaRuggi de Imola, contra Andrea Costa (domingo 14), y en Faenza, contra el OraSì (domingo 21).

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