Don Burgio en la Feria del Libro: “La prisión, una oportunidad de renacer”

«La prisión sigue siendo el último dispositivo total en Italia después del cierre de los hospitales psiquiátricos. Hay que superar las instituciones penitenciarias para menores, porque tenemos pruebas, también por los últimos acontecimientos ocurridos en ‘Beccaria’, de que podemos caer en el totalitarismo, en un dispositivo totalitario. Para los jóvenes que deben cumplir condena, la prisión, tal como está estructurada, no les permite cumplir con las disposiciones constitucionales del art. 27, que dispone que el tiempo de la pena debe ser una oportunidad para la reeducación. Un principio aún más urgente para los menores encarcelados, personas aún en formación que necesitan recuperar lo que se interrumpió en su camino de crecimiento: la familia, la escuela, la confianza, el sentimiento de amor”.

Son palabras fuertes las de Don Claudio Burgio, capellán del instituto penal juvenil “Cesare Beccaria” de Milán, donde las recientes investigaciones sobre abusos y malos tratos a niños encarcelados han conducido a la detención de 13 funcionarios penitenciarios y a la suspensión de otros 8. abriendo una mirada dramática a la situación de las prisiones del país. Don Burgio estuvo invitado a la Feria del Libro con cuatro jóvenes de su comunidad «Kayros» en una concurrida reunión el viernes 18 de mayo. La ocasión, la presentación de su último libro «No te miro porque me arriesgo a confiar. Historias de caídas y resurrección” (ed. San Paolo, pp.156, 15 euros) cuyo título es un programa: Sin confianza, sin escucha, sin acompañamiento nuestros jóvenes corren el riesgo de perderse: no sólo los “nacidos en cunas equivocadas” – en un campamento de gitanos, en una familia de miembros de la Camorra o en un país donde la única salida para escapar de las guerras, el hambre y la pobreza son los barcos, pero también aquellos que son “normales” en una época donde la soledad es la enfermedad de las nuevas generaciones. .

Don Claudio, nacido en 1969, fue ordenado sacerdote por card. Carlo Maria Martini, después de años de experiencia en la parroquia y en la pastoral juvenil, se hizo colaborador de Don Gino Rigoldi, capellán histórico de «Beccaria» y en 2000 fundó «Kayros»: «Exactamente así, con la ‘y’ en lugar de la ‘i’, que sería la forma correcta, pensando en los niños que habríamos acogido”, escribe Don Burgio. «Queríamos poner ese error en el centro de la palabra, una señal de las historias equivocadas que encontraríamos; pero también un signo de nuestros errores educativos, de nuestra incapacidad para afrontar el dolor de estos adolescentes. Para ellos soñábamos con un ‘tiempo oportuno’ (el significado de la palabra griega kairós, ed), una ‘oportunidad’ para un renacimiento interior seguro para dar un punto de inflexión prometedor a su viaje existencial.”

Y un testimonio excepcional de que sin confianza no hay educación – como estaba convencido Don Bosco (“en cada joven, incluso en el más desgraciado, hay un punto accesible al bien. El primer deber del educador es buscar este punto”) o Don Milani (“me importa” y es decir “tú me importas, puedes contar conmigo”)- es Marta Cartabia, expresidenta del Tribunal Constitucional y ministra de Justicia, autora del prefacio del libro. Después de una semana en la comunidad «Kayros» junto a los niños (algunos en hogares de acogida de la prisión de Beccaria), Cartabia escribe: «Centrarse en la confianza y la posibilidad de cambio de los niños difíciles no es para soñadores como estamos tentados a pensar. Son las vidas cambiadas de estos niños las que superan nuestra incredulidad”. Palabras que se reflejan en las miradas de los muchachos de Don Claudio, con graves delitos a sus espaldas y adultos que ni los acogieron ni “los miraron a los ojos para llegar a ese punto en el que aprovechar”. Porque – está convencido Don Burgio – no se trata de una ley más dura y severa que actúe como elemento disuasivo para combatir la delincuencia y los problemas de la juventud (es clara la referencia al reciente “decreto Caivano”, cuyo único resultado es el aumento de los menores en prisión ). No es el miedo a ser detenido lo que disuade a un joven de cometer delitos: “Un adolescente cambia si se siente investido de confianza, si encuentra un adulto de confianza capaz de ofrecerle verdaderas oportunidades de crecimiento”. Un libro dirigido a todos aquellos que tratan con jóvenes: padres, educadores, profesores, políticos.

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