“Ciak si parade”, un nuevo libro cuenta la historia de los desfiles de moda en el cine

“Nos gusta escribir sobre moda. Y sobre cine”, escriben Grazia d’Annunzio Y Sara Martín en la introducción a Ciak se escapa. Desfiles de moda en treinta películasel nuevo libro publicado por libros postmedia que ofrece un análisis de un subgénero cinematográfico hasta el momento poco explorado. A través de las figuras de modistos famosos y diseñadores de vestuario icónicos, el volumen rastrea la génesis y el desarrollo del desfile de moda dentro de una trama cinematográfica, desde los primeros experimentos americanos en los años 1920 hasta el pastiche del nuevo milenio.

Abriendo con un juego de palabras, Ciak se resbala se divide en dos partes. El primero, más divulgativo, analiza el nacimiento del subgénero, sus formas y sus principales intérpretes, mientras que el segundo describe una treintena de películas en las que el desfile representa un momento esencial de la historia. Entre ellas, las más diversas películas, desde Cantando en la lluvia a lo muy reciente Triángulo de tristezaque pasa a través Y Maria Antonieta.

Un comienzo difícil: de modisto a vestuarista

“En sus inicios, la relación entre estos dos medios de comunicación –el cine y la moda– ostenta como paradigma por excelencia el noticiario, los noticiarios internacionales que ilustran los últimos modelos”. Y estos tienen una sola capital: París. Partiendo de esta premisa, los autores examinaron la atención estadounidense hacia los modistos franceses y el deseo de llevar sus prendas a la pantalla, pero también identificaron una primera impermeabilidad entre ambos mundos. En otras palabras, Grazia d’Annunzio y Sara Martin han puesto de relieve las razones de aquel proceso que desembocó en el nacimiento de la diseñador de vestuario.

“La diseñadora de vestuario de los años treinta, cuarenta y cincuenta no sólo diseñó ropa para películas protagonizadas por estrellas como Joan Crawford, Audrey Hepburn y Grace Kelly, sino que también cuidó su aspecto fuera del set”, escriben. Lejos de los tiempos del modisto que enviaba al extranjero “varios baúles de la Ville Lumière sin haber visto nunca a la diva del día en una guêpière”, los diseñadores de vestuario desempeñan un papel cada vez más valorado, hasta el punto de ganar el primer Oscar en 1949. La historia es diferente en la posguerra, cuando también se consolidó la industria de la moda italiana, que explotó en todo el mundo precisamente a través del cine. En este caso es famosa la historia de las Hermanas Fontana, que en su atelier romano creaban prendas para las grandes estrellas americanas, que también las elegían para sus trajes en el set.

Pasando por la época de los años sesenta, se desprende de la narración de los autores cómo a partir de una inicial discrepancia de intenciones, que hizo necesaria la figura del figurinista, llegamos a un nuevo nivel de comunicación, hasta el punto de que hoy “no “Sólo los diseñadores de vestuario involucran cada vez más a las casas de moda, pero ellas mismas buscan autores de cine famosos para dirigir películas de moda, cortometrajes que promuevan una marca o una colección”.

Ciak despega: cuando el desfile entra en la historia

Ciak se resbala recoge una selección de treinta películas. Lo que tienen en común es la presencia del desfile como momento narrativo. Pero antes de analizar las películas y explorar de cerca a las figuras que fueron protagonistas de este subgénero, el volumen ofrece no sólo una muestra de los creadores de imágenes más icónicos y las estrellas cuya imagen cuidaron, sino que cuenta la historia de la génesis y Evolución del desfile de moda en el cine.

El debut del género tuvo lugar en 1925 con La reina de la moda., en el que una joven modisto parisina “rejuvenecerá la fortuna algo polvorienta de unos grandes almacenes de provincia”. Realizada con el objetivo de entretener a un público femenino con un creciente interés por la moda, la película allana el camino para una serie de películas de la industria estadounidense a raíz de la combinación información-escapismo. De ahí el nacimiento de un subgénero, que adquiriría nuevas formas durante las décadas de 1950 y 1960. Las protagonistas de estas últimas son las películas italianas con vestuario diseñado por Fernanda Gattinotti y la Sorelle Fontana, de Guerra y paz por Rossellini Las chicas de la Plaza de España o Los amigos.

El camino trazado por los dos autores pasa, en primer lugar, por el cine de Fellini. para luego llegar a los resultados más recientes, en los que la moda sufre una presentación irreverente y satírica, como en los casos de Zoolander I Y II, bruno y también Triángulo de tristeza. En otras películas, sin embargo, la moda actúa como un dispositivo para interpretar el mundo, como en El diablo viste de Pradao medios para repensar los cánones estéticos, pensemos en Maria Antonieta. O, de nuevo, un instrumento de venganza.

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