Municipio de Segrate – “Espacio de los autores”, presentación del libro “La belleza de otro lugar” de Pietro Pinacci

Municipio de Segrate – “Espacio de los autores”, presentación del libro “La belleza de otro lugar” de Pietro Pinacci
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jueves 9 de mayo a las 18.30 Biblioteca hacia Centro Verde – Via XXV Aprile Segrate MI, para el Reseña del “Espacio de los autores” se llevará a cabo la presentación del libro “La belleza de otro lugar” de Pietro Pinacci.

En continuidad ideal con la primera obra “Il Pellegrino”, la colección comienza con poesía “El Albatros”el pájaro de grandes alas que, desde la roca donde inmóvil observa la costa, “de repente toma vuelo hacia destinos de luz y nada”.
Es elÍncipit de un viaje del espíritu, que se desarrolla en cuatro capítulos, cada uno de diez poemas: Miradas, Encuentros, Luces y temblores, Belleza de otro lado.
Incluso con diferentes facetas y cadencias, la obra mantiene una sustancial unidad expresiva: sugerencias y pensamientos resuenan en los versos, donde el espacio exterior y la dimensión interior entran en un infinito encerrado y revelado por la poesía. Hasta que una mañana de octubre, en el pueblo de mi infancia, en aquel “cuadrado de piedras toscas preñadas de vida” el viaje se realiza: Me recoges como bellotas caídas en el pavimento..

La entrada es gratuita

PREFACIO
“Esta valiosa obra de Pietro Pinacci es un pequeño cofre del tesoro que conserva, como el mar en el fondo del mar, una dimensión que resurge en la superficie o que uno encuentra más cerca de la costa, donde la tierra nos es más cercana y querida.
La idea de una dimensión kárstica de la existencia se presta a muchos símbolos, pero en uno más real es inherente a las cosas como verdad constitutiva, en su límite extremo, como las rocas saltando al vacío.
Ya San Agustín, a propósito de la humanidad y de la verdad, había comentado escribiendo cómo todo está interconectado y vinculado, como las perlas unidas por el hilo de un collar: es porque está escondido que no se puede encontrar, es porque No se encuentra lo que hay que buscar.
Y la búsqueda de otra dimensión, contingente o superior a nosotros, nos exhorta a una dirección celestial, orientada hacia Dios, para luego descubrir que esa paternidad ya ha brotado en nosotros y nuestra pertenencia filial al Yo, por tanto nunca huérfana de la alteridad. que se expresa pluralmente en la coralidad de nuestra alma.
De hecho, el diálogo con el mundo implica siempre un monólogo con muchas voces, estamos en el eco de otro o de algo más”,mientras canto escucho“; la reflexión proyecta al sujeto.
Y la escucha me lleva a encontrar, más allá de lo visible y lo aparente, una visión más aguda que apaga la ocular pero enciende el alma como una zarza en llamas.
La poesía de Pinacci parece, más que otras, cercana a la música, no por la musicalidad del verso -estas comodidades no se encuentran aquí- sino porque habla un lenguaje distinto al de sus propias palabras, no disco-conocido, sino -precisamente- puro rock. sobre el mar, un salto inexorable hacia el misterio, otro espacio del de la tierra o de lo inmediatamente visible.
La palabra, especialmente la poética, es siempre revelación y por tanto profética, se anuncia en el silencio, en la escucha. Aquí la palabra es, por tanto, escucha, un vacío llenado por la redondez de la luz, más que por formas de dictado declarativas o asertivas.
Esta palabra ni siquiera es contemplación, es decir, un término medio, quizás un poco afectado y de disfrute de uno mismo.
La medida perfecta es el difícil equilibrio del verso, pero en verdad el rostro reflejado de nuestro perfil interior.
Noble es esta poesía que está en sintonía con la realidad, y nada es más real en la vida que su dimensión imaginativa y poética: la poesía es lo real, lo real absoluto, dijo verdaderamente Novalis.
Desde esta perspectiva, la poesía de Pietro Pinacci es real, más real que nunca.
La idea del gran pájaro, el albatros, que emprende vuelo en dirección a la luz y a lo desconocido, concierne a la mitología, esa que se transfunde en la filosofía y se pierde y reencuentra en el psicoanálisis y la espiritualidad.
Es una poética de obertura, un aria wagneriana, como en Parsifal u otras óperas, donde el bien y el mal, la búsqueda del sentido y su pérdida, son lo único en juego, más allá de las apariencias y los esteticismos.
Grande es esa poesía que se pliega sobre sí misma, para hacerse pequeña, como una semilla que echa raíces, en la tierra o vuelve a pertenecer a ella, y desde la tierra ve las estrellas:

Y el albatros de repente levanta el vuelo
hacia metas de luz y nada
hacia un tiempo
de mimosas redimidas y agaves renacidas
de duras amatistas y de olivos libres
poesía inacabada y fragmento del infinito

La poesía inacabada es la que al final nos colma y la brevedad, como el agua que renueva en el desierto, siempre busca y encuentra el infinito y su punto de aterrizaje en el mar.

Mattia Leonbruno
Presidente de la Fundación Mario Luzi

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