Intervenciones insuficientes tras accidentes mortales.

Los problemas de Boeing corren el riesgo de abrir un nuevo frente judicial. Y esta vez con costes que no son sólo monetarios. Según la agencia Reuters — que fue el primero en dar la noticia — los fiscales estadounidenses han recomendado que el Departamento de Justicia emprenda acciones penales contra el gigante aeroespacial por violar los términos de un acuerdo alcanzado para resolver las demandas por los dos accidentes del 737 Max en los que murieron 346 personas. La “recomendación” no es una decisión final, por lo que el Departamento tiene hasta el 7 de julio para entender cómo proceder.

El Departamento de Justicia descubrió a principios de este año que Boeing había violado el acuerdo e indicó en documentos judiciales que puede presentar cargos contra la compañía por conducta relacionada con dos accidentes fatales del 737 Max en 2018 y 2019 y más allá.

El acuerdo exigía que Boeing pagara una compensación de 2.500 millones dólares y hacer ciertos cambios organizativos a cambio de que el Departamento de Justicia retire el cargo de conspiración para defraudar después de un período de tres años. Se suponía que ese período de tres años terminaría en julio, momento en el que el Departamento de Justicia cerraría su caso contra Boeing si se determinaba que la compañía había cumplido con los términos del acuerdo.

Sin embargo, en mayo, los fiscales federales escribieron que Boeing “incumplió sus obligaciones” y supuestamente no “diseñó, implementó y hizo cumplir un programa de cumplimiento y ética para prevenir y detectar violaciones de las leyes de fraude de Estados Unidos en todas sus operaciones”. Boeing respondió en junio, diciendo al Departamento de Justicia que había seguido los términos del acuerdo y no estaba de acuerdo en haber violado el acuerdo.

Tras los dos accidentes mortales de 2018 y 2019 Boeing ha tenido otros problemas con sus aviones, el último de ellos a principios de año. En enero, un panel del fuselaje de un avión de Alaska Airlines se soltó durante el vuelo. Lo que motivó el lanzamiento de una inspección específica de las plantas de Boeing y de las empresas que fabrican los fuselajes del gigante americano.

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