La historia de espías que preocupa a Suiza

No te preocupes ¿Hoteleros de montaña o espías a sueldo de Beijing? La familia china que desde 2018 gestiona una pequeña casa de huéspedes con vistas a los Alpes de Berna pero también al principal aeropuerto militar suizo, ¿qué trabajo hicieron realmente? Las autoridades de Berna prefirieron no correr ningún riesgo y al final convencieron a los propietarios para que se deshicieran del pequeño hotel de Unterbach, que hace meses fue objeto de una redada policial porque sospechoso de ocultar actividades clandestinas de “inteligencia”.

Suena como un guión de misterio internacional divertido, pero es todo cierto. Los estadounidenses están involucrados, el suministro de cazas F35 a Suiza y la familia Wang están involucrados.chinos que regentaban el hotel situado justo al lado de la base militar suiza de Unterbach.

Dicho desde el principio. Los Wang, originarios de Beijing compraron el hotel Rossli en octubre de 2018: Estilo alpino, balcones de madera y jardineras con vistas a prados verdes, bosques y picos alpinos. Pero también en las pistas de donde despegan los aviones del Ejército del Aire con la bandera de la Cruz Roja. A unos cincuenta metros en línea recta. Al principio nadie se opone; por otro lado el de Unterbach es una base sui generis: no hay vallas, ni centinelas, incluso un par de caminos que cortan la pista permitiendo que los coches y la gente entren y salgan y incluso a alguna vaca plácida.

La música cambia en 2023 cuando Suiza llega a un acuerdo con EE.UU. para el suministro de algunos F35, la “joya” más avanzada de la tecnología militar, capaz de volar sin ser vista por los enemigos. ¿Y hacia dónde están destinados los F35? En Unterbach, con la hipótesis de terminar estacionado frente a las ventanas de la pensión Rossli. En Washington deben tener las antenas bien puestas y la presencia de hoteleros chinos les plantea algunas dudas. Seguro que quieres poner la actividad de los aviones militares. ¿Delante de las narices de quienes podrían transmitir información a Beijing?

Moraleja: no pasa nada. O los F35 o los hoteleros chinos. Y el 26 de julio de 2023 sucede algo más. La policía allana el hotel Rossli e Se lleva a un par de miembros de la familia Wang. La operación se desarrolla en el máximo secreto pero la sospecha es clara: sólo sucederá ¿La hospitalidad de los turistas esconde una actividad de inteligencia? La acusación no está probada. Lo único que la investigación logra atribuir a los presuntos agentes secretos es el incumplimiento de una serie de normas de higiene y el uso de mano de obra extranjera. En definitiva, se pasa de la cadena perpetua a un delito infracción subsanada con una multa de 1.800 francos suizos (Idéntica cifra en euros).

Ya fueran espías o simples hoteleros, los Wang todavía están “quemados” por lo que deciden poner el hotel en venta y regresar a su país de origen. El periódico suizo Etiquetas Anzeiger informó hace unos días que una plataforma inmobiliaria estaba poniendo Rossli en venta por 1.700.000 francos. Que los Wang habían comprado por menos de la mitad. Si no son “barbas postizas”, ciertamente tienen visión para los negocios.

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