Tres personas intentaron robarle el coche y le dispararon en la cabeza. Dos hermanos y una mujer de 23 años fueron detenidos y acusados de asesinato. Mientras tanto, en una plaza de la ciudad mexicana de Ensenada hubo una manifestación para decir basta a la violencia de los cárteles que están haciendo cada vez más insegura la zona.
Salieron a finales de abril para ir a surfear al municipio de Ensenada en México y luego no se volvió a saber nada de ellos. Los hermanos australianos Callum y Jake Robinson y Jack Carter Rhoad, su compañero de viaje, fueron encontrados en un pozo de 5 metros de profundidad a unos 6 kilómetros del campamento donde se hospedaban, en el estado de Baja California. Según las primeras reconstrucciones, fueron asesinados a tiros por tres personas que querían robarles el coche. Dos hermanos y una mujer de 23 años fueron detenidos y acusados por el incidente.
El asesino
Según las primeras reconstrucciones, Jake Robinson, un médico de 30 años, había abandonado Australia hace unas dos semanas para realizar “un viaje inolvidable” con su hermano Callum, que vivía en San Diego. La idea era la de unas vacaciones con varias paradas para surfear con su amigo Jack Carter Rhoad, un ciudadano estadounidense que también vive en San Diego. Los tres hombres fueron reportados como desaparecidos cuando no se registraron en un alojamiento previamente acordado en Rosarito, México, el fin de semana pasado. El 4 de mayo, sus cuerpos fueron encontrados dentro de un pozo de cinco metros de profundidad, no lejos del campamento donde se alojaban en la región mexicana de Baja California. Familiares de las víctimas identificaron los cuerpos sin necesidad de realizar pruebas genéticas. Tres personas los mataron de un disparo, dos hermanos y una mujer de 23 años, que quería robar el auto en el que viajaban. El grupo fue acusado y arrestado por la policía. A la mujer, entre otras cosas, se le encontró en posesión del teléfono móvil de uno de los hermanos australianos.
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La manifestación
La región de Baja California en México ha estado plagada de violencia de cárteles en los últimos años, aunque rara vez ocurre en zonas turísticas como Ensenada. Decenas de dolientes, surfistas y manifestantes se reunieron en una de las principales plazas de la ciudad para expresar su enfado y solidaridad con las víctimas. “Ensenada es una fosa común”, decía un cartel en las calles de la ciudad. “Australia, estamos contigo”, escribió un hombre en una de la media docena de tablas de surf en el evento.
