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Detrás de los fenómenos extremos que están afectando al planeta en los últimos tiempos está el fenómeno de El Niño, pero para muchos el cambio climático también está presente. A pesar de haber terminado, el fenómeno de El Niño sigue teniendo impactos retardados en el planeta, no sólo en temperaturas récord, sino también en los patrones climáticos. En Brasil, El Niño históricamente ha provocado sequías en el norte y fuertes lluvias en el sur del país. Rio Grande do Sul se enfrenta a una situación catastrófica con precipitaciones excepcionales e inundaciones extremadamente graves que afectan a decenas de ciudades. Según World Weather Attribution, el cambio climático tiene más influencia que El Niño en el empeoramiento de las condiciones de sequía extrema en la Amazonia.
En China, la provincia de Guangdong ha sido afectada por graves inundaciones tanto es así que registró niveles de precipitaciones que duplican con creces los valores habituales para abril, aumentando significativamente el riesgo de inundaciones y desastres geológicos. Es probable que las inundaciones en China estén influenciadas tanto por el cambio climático causado por el hombre como por la variabilidad natural impulsada por El Niño; el fenómeno provoca más lluvias en el sur y un clima más seco en el norte. El IPCC AR6, Capítulo 12, afirma que los eventos de lluvias intensas en Asia se volverán más intensos y frecuentes con un calentamiento global de 2°C o más. Esta tendencia recibe un nivel de confianza alto en todas las zonas de Asia, excepto en la Península Arábiga, donde se le asigna un nivel de confianza medio.
En Dubai, donde en 24 horas cayó la lluvia equivalente a más de un año y medio, se encontró que el evento extremo fue la combinación de varios factores; El Niño y el dipolo positivo del Océano Índico contribuyeron a la intensa perturbación. La evidencia indirecta indica que el cambio climático ha empeorado el fenómeno en Dubai y otras partes del Golfo Pérsico, pero los científicos no han encontrado firmas definitivas como lo han hecho con otros eventos climáticos extremos.
Las precipitaciones en Uganda y Kenia también son compatibles con los eventos de El Niño y sobre todo con la fase positiva del Dipolo del Índico. Las lluvias torrenciales y las inundaciones mortales desde marzo se encuentran entre las más catastróficas que ha sufrido el país en los últimos años. La temporada de “lluvias largas” es cuando se produce la mayor parte de la precipitación media anual del país. A menudo se caracteriza por lluvias torrenciales y, en ocasiones, dura hasta junio. La combinación de fenómenos naturales y cambio climático exacerba las precipitaciones.
Desde enero de 2024, los países del sur de África han experimentado escasas precipitaciones y sequías graves.y provocó la pérdida de cosechas. Alrededor de 20 millones de personas en la región padecían hambre. Esta sequía, según World Weather Attribution, fue causada principalmente por El Niño y no por el cambio climático causado por el hombre.
En Europa El Niño no tiene impactos directos y el fenómeno se superpone a otras dinámicas de latitudes medias. El Niño actúa sobre las ondas planetarias, pero a veces de diferentes maneras. En este último período El Niño junto con otras variables, incluida la estratosfera, ha provocado una corriente en chorro bastante ondulada, con eventos simultáneos entre América del Norte y Asia. La ola de mal tiempo sobre Europa Occidental es el resultado de esta dinámica, incluida la actividad tormentosa asociada con granizo anormalmente intenso durante el mes de mayo entre Francia e Inglaterra. El mal tiempo puso de relieve la precocidad de un episodio de granizo notable para el 1 de mayo. La combinación de más humedad en los niveles bajos y, en consecuencia, más inestabilidad puede generar tormentas más severas.
En un mundo más cálido, la cantidad de vapor que retiene la atmósfera es, de hecho, mayor. Además, los últimos 11 meses consecutivos se han caracterizado no sólo por temperaturas globales récord, sino también por una cantidad récord de agua precipitable. Si bien cada fenómeno meteorológico extremo tiene sus propias causas específicas, muchos de estos fenómenos pueden verse amplificados o influenciados por estos factores globales interconectados. A medida que el cambio climático se intensifica, es probable que ocurra con mayor frecuencia e intensidad.
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