La base aérea de Erbil es un inmenso claro no lejos de la capital del Kurdistán iraquí. Aviones militares de la Operación Inherent Resolve, misión creada en 2014 para combatir el avance del terrorismo islámico, se elevan continuamente sobre el asfalto quemado por el sol.
Desde aquí también parten los helicópteros italianos del Griffon Task Group, empleados desde la primavera de 2016 junto a la coalición anti-ISIS en el marco de la operación Prima Parthica. La misión del escuadrón, dirigido por el comandante Andrea Piacitelli, es la llamada “movilidad aérea”, es decir, el transporte de materiales y personal. Un compromiso constante y diario que llevó a la tripulación a alcanzar el pasado mes de febrero las 5.000 horas de vuelo, un hito conseguido en poco menos de ocho años de actividad. Imágenes de Domenico Palesse.