Porque Estados Unidos intenta evitar la comparación entre el caza ruso S-400 y el caza F-35 y quién ganaría en la comparación.

En un artículo reciente, el Washington Post elogió las armas rusas que potencialmente podrían venderse a Irán, reservando un lugar de preferencia para el sistema antiaéreo S-400 y afirmando que éste podría identificar todos los aviones utilizados por Israel, incluido el F- 35 luchador sigiloso. El sistema es tan temido que los expertos estadounidenses creen que el conocimiento transmitido a los iraníes por sí solo podría poner en riesgo la capacidad aérea estadounidense.

¿Estados Unidos duda en desplegar el F-35 cerca del S-400?

Si bien la posibilidad de un enfrentamiento entre estos dos formidables sistemas de armas puede parecer remota, las preocupaciones respecto de su coexistencia son muy reales.

El quid de la cuestión radica en el temor de que el S-400 pueda comprometer la tecnología sensible y las capacidades operativas del F-35. Las consecuencias diplomáticas de la adquisición del S-400 por parte de Turquía, miembro de la OTAN, son un ejemplo conmovedor de las tensiones que rodean el tema.

La disputa entre Turquía y Estados Unidos por la compra del S-400 en 2019 provocó la expulsión de Ankara del programa F-35, bloqueando efectivamente todos los procesos de entrenamiento y entrega relacionados con los aviones de combate. Esta brecha resalta la seriedad con la que Estados Unidos ve los riesgos potenciales asociados con la ubicación conjunta del F-35 y el S-400.

Kathryn Wheelbarger, entonces subsecretaria interina de Defensa de Estados Unidos, resumió esta preocupación de manera sucinta cuando reconoció abiertamente que el S-400 fue diseñado específicamente para apuntar y neutralizar aviones como el F-35.

En sus palabras, es “Es inconcebible imaginar que Rusia no aproveche esta oportunidad de recopilar información de inteligencia.“.

Este sentimiento también fue compartido por el general Tod Wolters, quien dirigió el Comando Europeo de Estados Unidos, señalando la incompatibilidad fundamental entre el F-35 y el S-400.

Destacó la incapacidad de estos sistemas para comunicarse entre sí y destacó los riesgos que plantean los intentos del S-400 de explotar las capacidades del F-35. La perspectiva de compartir radares y datos operativos críticos con Rusia es un escenario que Estados Unidos y sus aliados están decididos a evitar a toda costa.

A pesar de la baja probabilidad de enfrentamiento entre estos dos activos militares, la mera presencia del S-400 en las regiones donde opera el F-35 representa un desafío complejo y multifacético.

lanzador s400

Los expertos en defensa sugieren que la presencia del S-400 cerca del F-35 podría aumentar la capacidad de Rusia para mejorar la detección por radar de los aviones estadounidenses. Además, con un mayor acceso a los datos del F-35, los propietarios y operadores del S-400 podrían identificar de manera más efectiva las vulnerabilidades del avión.

El sistema S-400 utiliza de dos a tres radares alternativamente. Si un sistema no puede proporcionar un seguimiento preciso de una aeronave, el sistema puede activar otro radar o se puede definir ex ante el tipo de radar necesario para una intercepción. Disponer de información de los vehículos supone acelerar y mejorar el proceso de identificación por parte de la batería. Por eso Estados Unidos no quiere esta peligrosa mezcla.

¿Puede el S-400 realmente detectar aviones furtivos?

Las raíces de la destreza tecnológica del S-400 se remontan a su predecesor, el sistema S-300. Aunque el S-400 comparte gran parte de su hardware con el S-300, se han realizado importantes mejoras en los sistemas de radar, el software y los tipos de misiles. Estas mejoras le dan al S-400 una mayor flexibilidad en las capacidades de interceptación de objetivos y extensión de alcance.

El corazón de las capacidades anti-sigilo del S-400 es el sistema de radar Nebo-M, que comprende tres antenas (conjuntos) distintos que operan en diferentes bandas de frecuencia.

Aprovechando los conjuntos de radares de baja frecuencia, como el Nebo SVU (banda VHF) y el Protivnik G (banda L), el sistema Nebo-M es capaz de detectar la presencia de cazas furtivos cuando se acercan. Si bien estos conjuntos de baja frecuencia no proporcionan la fidelidad de imagen necesaria para apuntar, desempeñan un papel crucial en la detección y el seguimiento iniciales.

Para complementar las capacidades de los conjuntos de baja frecuencia, el sistema Nebo-M integra el conjunto ruso Gamma S1 que opera en las bandas S y X. Al conectar estos conjuntos en red, el sistema Nebo-M ofrece un enfoque integral y en capas para la detección y el sigilo. seguimiento de aeronaves.

Es importante comprender las limitaciones inherentes de la tecnología furtiva al evaluar la efectividad de las capacidades de contraataque del S-400.

Aunque los cazas furtivos modernos están diseñados para minimizar la detección contra bandas de radar de alta frecuencia, no son completamente inmunes a la detección. El tamaño de su sección transversal de radar (RCS) determina su detectabilidad, y valores de RCS más pequeños indican una visibilidad reducida para los radares.

F 35

Por ejemplo, el F-35 cuenta con un RCS de aproximadamente 0,0015 metros cuadrados, mientras que el RCS del F-22 es aún más pequeño, oscilando entre 0,0001 y 0,0002 metros cuadrados. A pesar de estos avances en la tecnología furtiva, ningún caza moderno es capaz de evadir por completo la detección de bandas de radar de baja frecuencia. Sin embargo, aunque sea mínima, hay cierta reflexión del radar.

Una evaluación revisada por pares realizada por el coronel de la Fuerza Aérea Helénica e ingeniero eléctrico Konstantinos Zikidis arroja luz sobre las capacidades del sistema Nebo-M.

Según los expertos de la OTAN, los sistemas de baja frecuencia empleados por el Nebo-M pueden detectar el F-117 Nighthawk a distancias de hasta 350 kilómetros en condiciones óptimas y potencialmente hasta 72 kilómetros en condiciones de fuerte interferencia.

Sin embargo, es esencial distinguir entre detección y señalización. Si bien las afirmaciones de sigilo del S-400 se basan en sus capacidades de detección, apuntar con éxito a un avión furtivo sigue siendo una tarea compleja y desafiante.

En términos prácticos, la tecnología furtiva tiene como objetivo retrasar la detección el tiempo suficiente para permitir que el avión se enfrente al enemigo o evada la amenaza. La eficacia de la tecnología furtiva depende de varios factores, incluida la distancia entre el avión y el campo del radar.

S-400 vs F-35: ¿Quién ganaría?

Los datos proporcionados por el coronel Zikidis de la Fuerza Aérea Helénica, que ha estudiado el rendimiento del S-400 y está familiarizado con los cazas furtivos de la OTAN, ilustran el alcance de detección de los radares de baja frecuencia del sistema S-400 contra el F-117.

Dado que la sección transversal del radar del F-117 es aproximadamente 30 veces mayor que la del F-22 y al menos el doble que la del F-35, el alcance de detección y puntería de estos cazas avanzados se reducirá significativamente.

Según estimaciones anteriores, los sistemas de radar S-400 podrían detectar un F-35 cuando se acerca a unas 20 millas o 30 kilómetros. Sin embargo, el F-35 está armado con misiles aire-tierra capaces de alcanzar objetivos a una distancia de entre 40 y 60 millas, es decir, entre 60 y 90 km.

Lanzado desde una distancia mucho más allá del rango de detección de 20 millas del S-400, el misil F-35 tiene muchas posibilidades de alcanzar su objetivo sin poner en riesgo el avión. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, especialmente cuando se considera la integración del S-400 en un sistema integrado de defensa aérea (IADS) más grande. Además, como demuestra el derribo del F.117 en Serbia en 1999, un sistema teóricamente ineficaz todavía puede dar un buen golpe.

Sistemas de misiles antiaéreos (SAM) S-400.

En realidad, la posible superioridad del F-35 depende de una serie de factores que van mucho más allá del desafío entre un solo caza y una sola batería antiaérea. Miltos Antoniades, ex especialista de la Fuerza Aérea Helénica, destacó que penetrar en redes tan sofisticadas no es tarea fácil. Antoniades destacó varios escenarios que complican la tarea de los cazas furtivos de penetrar las redes integradas de defensa aérea.

Un enfoque de “siesta en la tierra” (un método empleado por aviones militares que implica volar a altitudes extremadamente bajas, con el objetivo de evadir la detección y los ataques enemigos en un entorno de alto riesgo) podría evadir la detección por parte del S-400. radar, pero exponen la aeronave a otras amenazas, como sistemas de defensa puntuales como el Tor M1.

Alternativamente, volar a altitudes medias podría desencadenar respuestas de otros elementos de la red de defensa aérea, como aviones de combate de patrulla aérea (CAP), obligando a los aviones furtivos a desviarse de su trayectoria de vuelo o exponerse al riesgo.

Además, la presencia de radares aéreos o sistemas antiaéreos a bordo de los barcos añade otro nivel de complejidad. Cuanto más sofisticada es la red de defensa aérea, más difícil resulta para los cazas furtivos penetrar y atacar objetivos de alto valor como el S-400.

Incluso si un caza furtivo logra acercarse sin ser detectado y lanzar sus armas, es probable que la tripulación del S-400 detecte el lanzamiento y tome medidas defensivas.

Las posibles respuestas incluyen apagar el radar, disparar salvas a la amenaza o emplear tácticas de señuelo. La eficacia de estas contramedidas aún no se ha determinado y sólo podrá demostrarse en situaciones de combate reales.

Del mismo modo, el poder de los cazas furtivos para penetrar los sistemas integrados de defensa aérea y neutralizar objetivos de alto valor como el S-400 depende de la evaluación continua, la adaptación de las tácticas y la naturaleza dinámica de la guerra.

Entonces el problema es muy complejo. El sistema S-400 y probablemente también el S-300 pueden detectar el F-35 y tal vez incluso el caza F-22, pero esto no significa que los datos sean suficientes para definir una resolución de lanzamiento lo suficientemente precisa. Además, un caza furtivo no es sólo un elemento pasivo, sino que puede defenderse activamente de las baterías antiaéreas.

Este tipo de caza puede, y a menudo está, equipado con misiles HARM, específicos contra radares antiaéreos, como el AGM88 HAMR.

AGM88E DAÑO

Este tipo de misil de media altitud tiene un alcance de 80 km a media altitud, el doble que el último modelo G ER. Esto significa que el desafío entre batería antiaérea y caza es mucho más complicado y verdaderamente difícil de predecir.


TelegramaTelegrama
Gracias a nuestro canal de Telegram podrás mantenerte actualizado sobre la publicación de nuevos artículos de Escenarios Económicos.

⇒ Regístrate de inmediato


MentesMentes

NEXT Israel – Hamás en guerra, las noticias de hoy en directo | Nueva York, la policía allana la Universidad de Columbia: decenas de manifestantes pro-Gaza arrestados