Tormenta y caos en España. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha cancelado su agenda pública y está considerando dimitir porque su esposa, Begoña Gómez, ha sido investigada por corrupción y delitos de tráfico de influencias. El dirigente político comunicará su decisión el próximo lunes 29 de abril. El impactante anuncio llegó con una carta abierta a los ciudadanos que el presidente del Gobierno hizo pública pocas horas después de que un juzgado de Madrid abriera una investigación contra su esposa, tras la denuncia de una organización llamada Manos Limpias. Según El Confidencial, los investigadores están investigando los vínculos de Gómez con varias empresas privadas que han recibido financiación gubernamental o han obtenido contratos públicos. Una investigación está vinculada a los supuestos vínculos que Gómez -que no ocupa cargos públicos y mantiene un perfil bajo- tenía con un grupo turístico español, Globalia, propietario de Air Europa. Según se informa, Gómez se reunió dos veces con Javier Hidalgo, director general de Globalia en ese momento, cuando la aerolínea estaba en negociaciones con el gobierno para un enorme rescate tras el colapso del tráfico aéreo debido a la crisis del Covid-19. En particular, Gòmez aparentemente se reunió en privado con Javier Hidalgo, director general del holding turístico, antes de que el Gobierno de Sànchez concediera a la aerolínea de la familia Hidalgo, Air Europa, un rescate de 475 millones de euros. Según El Confidencial, Sànchez participó en el Consejo de Ministros que autorizó la liberación del dinero.
El primer ministro lamentó el ataque “sin precedentes” a su esposa, se preguntó si merecía la pena continuar y añadió que necesitaba “pararse a reflexionar” con su esposa. «Necesito responder urgentemente a la pregunta de si vale la pena, a pesar del atolladero en el que la derecha y la extrema derecha pretenden transformar la política. Si seguir al frente del gobierno o renunciar a este alto honor”, dijo Sánchez. «No soy ingenuo. Sé bien que acusan a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, porque saben muy bien que no es cierto, sino porque es mi mujer”, se posiciona. Nacido en 1995 como un sindicato de empleados del sector público, Manos Limpias ganó notoriedad por una serie de denuncias sobre temas políticos. La organización está dirigida por Miguel Bernad, figura controvertida por sus vínculos con la extrema derecha.
Una fuente gubernamental afirmó a El País que “la actividad profesional de la esposa del jefe del Gobierno es impecable” y que la denuncia de Manos Limpias “está basada en bulos y noticias falsas, por lo que carece de fundamento jurídico alguno y responde a una estrategia del derecha y extrema derecha”. La polémica llega en un momento de fuerte polarización en la política española, en el que las tensiones han aumentado cada vez más tras las elecciones de julio: a pesar del estrecho resultado, Sánchez logró mantenerse en el poder, pero aceptó un acuerdo de amnistía a favor de los independentistas catalanes a cambio de la votos del partido separatista de Carles Puigdemont.
