Recep Tayyip Erdogan vuelve a atacar a Israel de frente con palabras y hechos. El presidente turco recibió al líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, para una conversación que duró más de dos horas. Erdogan aseguró a su interlocutor que Israel “pagará algún día el precio de la opresión que inflige a los palestinos”, a quienes invitó a “actuar unidos” en el proceso que pretende crear un Estado de Palestina independiente “clave para la paz regional”. Durante la reunión, explicó la presidencia turca, Erdogan y Haniyeh discutieron los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás y proporcionar ayuda humanitaria a Gaza.
La visita de Haniyeh a Türkiye provocó la ira de Israel. “Los Hermanos Musulmanes: violaciones, asesinatos, profanación de cadáveres y niños quemados. ¡Qué vergüenza para Erdogan!”, escribió el ministro de Asuntos Exteriores del Estado judío, Israel Katz, en ‘X’. Mientras tanto, en Medio Oriente continúa la polémica por el veto puesto por Estados Unidos en la ONU a la solicitud palestina de membresía plena en Naciones Unidas. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, dijo que estaba dispuesto a “reconsiderar” las relaciones bilaterales con Washington. “Mientras el mundo está de acuerdo en la aplicación del derecho internacional, Estados Unidos sigue apoyando la ocupación y se opone a nosotros en los foros internacionales”, dijo, acusando a Estados Unidos de mantener posiciones que “no sirven a la seguridad y la estabilidad en la zona”. Surgen también nuevos detalles sobre la incursión llevada a cabo por Israel, y nunca reivindicada, contra una base militar en la ciudad iraní de Isfahán.
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Según informó el New York Times, citando a dos responsables occidentales, las fuerzas armadas israelíes habrían lanzado un misil dotado de tecnología capaz de evadir los sistemas de defensa radar de Teherán. El misil habría sido lanzado desde un caza que se encontraba “lejos del espacio aéreo israelí o iraní” y también del espacio aéreo jordano, para evitar que Ammán se viera involucrada en una posible represalia. Una situación similar ocurrió en Irak, donde las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de milicias aliadas con Irán, informaron de un ataque a su base. El saldo es de una víctima y al menos ocho heridos. Estados Unidos aclaró inmediatamente que no había realizado ataques aéreos contra Irak y los medios estadounidenses añadieron que ni siquiera Israel tenía “conexiones” con lo ocurrido al sur de Bagdad.
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