Israel-Irán, mil millones de dólares para la guerra de las seis horas. ¿Cuánto costaría un nuevo conflicto (y cuáles serían las implicaciones económicas)?

La creciente tensión entre Israel e Irán, que culminó con el ataque con misiles de anoche, plantea importantes interrogantes sobre la sostenibilidad económica de un posible conflicto prolongado no sólo para el Estado judío sino también para sus aliados occidentales, que ya están comprometidos en otros frentes como el ucraniano. Este último enfrentamiento, caracterizado por el uso masivo de drones y misiles por parte de Teherán y la efectiva pero muy costosa respuesta defensiva de Israel, ha puesto de relieve una notable disparidad en los costos entre las operaciones militares de los dos contendientes.

Los costos para Israel y las diferencias con Irán

Mientras que Irán gastó alrededor de 30 millones de dólares en su ataque, Israel incurrió en costos mucho más altos. Según estimaciones, sólo el derribo de misiles y drones iraníes costó a Israel más de 550 millones de dólares, a lo que hay que sumar los gastos de los aliados occidentales (Estados Unidos, Francia e Inglaterra) para la defensa conjunta. En total tocaríamos el mil millones de dólares en gastos. Así lo reveló el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, quien explicó que los costes eran muy altos para interceptar el 99% de los drones y misiles iraníes. Esta cifra también tiene en cuenta los costes incurridos para mantener 100 aviones de combate israelíes en el aire durante seis horas.

Demasiado gasto para todos

Estratégica y políticamente, las tensiones con Irán representan un dilema para Israel y sus aliados. La respuesta militar, si bien técnicamente eficaz, conlleva una carga económica significativa. Además, abrir un nuevo frente de guerra en un momento en que Occidente ya está comprometido en Ucrania podría resultar insostenible. La demostración de fuerza de Irán, puramente simbólica según algunos analistas, sugiere que cualquier escalada podría fácilmente degenerar en un conflicto más amplio, con consecuencias impredecibles. Los aliados occidentales, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, verían sus recursos económicos bajo demasiada presión con un nuevo conflicto a gran escala.

Implicaciones económicas globales

Un conflicto prolongado entre Israel e Irán podría tener importantes repercusiones no sólo a nivel regional sino también global. Las tensiones en Medio Oriente han afectado históricamente a los mercados financieros y energéticos globales, aumentando la incertidumbre y los riesgos para la economía global. En este contexto, un mayor deterioro de la situación podría provocar un aumento de los precios del petróleo, con efectos en cadena sobre la inflación y el crecimiento económico mundial. En un período de incertidumbre general, con las economías aún recuperándose de la pandemia y bajo la presión de otros conflictos internacionales, la apertura de un nuevo frente en Medio Oriente parece potencialmente insostenible.

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