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La escalada de tensiones entre Israel y el Líbano – con la entrada de tropas de las FDI en el país – ¿Puede abrir escenarios de la Tercera Guerra Mundial?
Actualmente los analistas se hacen esta pregunta. Partiendo de una consideración fundamental: cómo reaccionará Irán, el principal “adversario” de Israel en Oriente Medio. El ataque en el Líbano, reflexionan, podría desencadenar una cadena de reacciones que podrían involucrar a varios actores internacionales. Con el aumento, evidentemente, del riesgo de un conflicto global.
Líbano, por qué atacó Israel: las fronteras y objetivos de la escalada. ¿Qué llevó a la redada?
Hezbolá y el Irán
El primer motivo de preocupación es la presencia de Hezbolá en el Líbano. el grupo militante chiíta cuenta con el firme apoyo deIrán. Hezbolá ha demostrado capacidades misilísticas avanzadas y una fuerte influencia política en el país. Si Hezbollah responde masivamente contra Israel, la participación de Siria y, potencialmente, no se puede excluir a Irán (además obviamente del Líbano).
En las últimas semanas, Teherán se ha mostrado tibio hacia Hezbollah, un viejo aliado.
Pero la escalada de tensiones podría llevar a Irán a brindar apoyo militar directo o intensificar sus actividades contra Israel. ¿Como? Por ejemplo, atacando a través de sus milicias en Siria o Irak, o atacando rutas comerciales en el Golfo Pérsico, amenazando el tráfico mundial de petróleo.
La ampliación del conflicto
La participación directa de Irán en el conflicto israelí-libanés aumentaría exponencialmente el riesgo de una participación más amplia de las potencias mundiales en la zona. El escenario más plausible es la participación de Estados Unidos, los aliados más cercanos de Israel. Y, en consecuencia, Rusia, aliada del régimen sirio y de Irán, podría a su vez sentirse obligada a intervenir junto a Teherán y Damasco. Lo que agravaría aún más la ya bastante elevada tensión geopolítica entre Washington y Moscú debido a la guerra en Ucrania.
Luego está China: tiene importantes vínculos económicos con Irán y ha fortalecido su presencia en Medio Oriente en los últimos años. Y podría asumir un papel más activo diplomáticamente, pero también militarmente, si la situación degenerara. Algunos analistas coinciden esencialmente en que una guerra total entre Israel y el Líbano -si también involucra a Irán- corre el riesgo de extenderse a todo Oriente Medio y, en el peor de los escenarios, podría activar alianzas de bloqueo entre grandes potencias y, por tanto, cruzar fronteras regionales.
las consecuencias
La consideración obvia que surge del riesgo de ampliar el conflicto en el Medio Oriente tiene que ver con las consecuencias para la estabilidad global. Las economías globales, que ya están bajo presión debido a las tensiones geopolíticas, sufrirían mayores repercusiones, reflexionan los analistas. Oriente Medio es una región clave para el mercado energético mundial y un conflicto prolongado podría afectar las exportaciones de petróleo y gas, elevando drásticamente los precios a nivel internacional. Con todas las consecuencias del caso en presencia de un aumento de los precios de la energía.
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