El Banco de Inglaterra está teniendo más dificultades que el Banco Central Europeo para controlar la tasa de inflación y, en algunos aspectos, sigue habiendo dudas sobre si los recortes se producirán tan pronto. Si bien el BCE ya ha recortado los tipos, en el Reino Unido se teme que la tasa de inflación siga siendo excesivamente alta y que se esté alimentando del crecimiento de los salarios, del que deriva el crecimiento de los bienes y servicios. Sin embargo, podría haber una peculiar coincidencia entre una de las fechas de la gira de Swift en agosto y un día clave para el índice de inflación. “Aún esperamos un recorte del Banco de Inglaterra en agosto, pero los datos de inflación de ese mes podrían mantener al MPC (Comité de Política Monetaria) en espera en septiembre”, dijeron el macroestratega del banco, Lucas Krishan, y el jefe de la estrategia macro global, James Rossiter. Eso podría distorsionar los datos lo suficiente como para hacer que el banco reconsidere su camino, dijeron los analistas. “Por lo tanto, un aumento en los precios de los hoteles podría ser significativo, sumando temporalmente hasta 30 puntos básicos a la inflación de los servicios (+15 puntos básicos en el titular)”, escribieron Krishan y Rossiter.
