- Caterina se deja escapar en la televisión en vivo y va en contra de las afirmaciones del hombre de 73 años.
- El presentador de 44 años explica inmediatamente: “Me desvinculo, la fidelidad debe ser un valor en la pareja”
A El buen momento Comentamos la boda celebrada el sábado, con celebraciones que se prolongaron hasta el domingo, entre Gigi Buffon e Ilaria D’Amico. Invariablemente terminamos hablando de cómo nació el vínculo entre el ex portero de la Juventus y de la selección nacional, de 47 años, y el periodista y presentador de televisión de 51 años. Los dos empezaron a salir cuando él todavía estaba casado con Alena Seredova.madre de sus dos primeros hijos Louis Thomas, de 16 años, y David Lee, de 14. El checo, de 46 años, descubrió la traición gracias a las fotos de ellos juntos en un periódico, Chi, y en la radio que dio la noticia: Fue traumático para ella. “Si tu marido va con otra persona tienes responsabilidades“truena Alda D’Eusanio, ahora una de las comentaristas del programa. Las palabras del hombre de 73 años sobre Buffon y Seredova conmocionan a Caterina Balivopero también sus otros invitados.
Alda está convencida de lo que dice. Ella lo explica claramente, mientras los demás la escuchan estupefactos. “Cuando una pareja se rompe, la culpa es de ambos y no sólo de uno. Si Buffon estaba cansada, significa que Seredova tenía sus defectos y responsabilidades. -dice D’Eusanio- Si alguien se enamora de otra persona, significa que ya no está enamorado. Puede ser que la persona en cuestión haya quedado tan atrapada que… Criar a tus hijos y a tu familia no debe hacerte olvidar que eres mujerque eres mujer y por tanto tienes un marido al que hay que cuidar. Si un marido va con otra, tienes responsabilidades”.
Caterina intenta hacer pensar a Alda. “No, lo siento, pero no – interviene el presentador de 44 años – ¡Pero tienes responsabilidades! La fidelidad debe ser un valor en la pareja. ¡Pero qué es! Si te enteras por la radio que tu marido, el padre de tus hijos, probablemente esté teniendo una aventura con otra persona…”. “Pregúntate por qué”, responde D’Eusanio. El alguacil se sorprende: “¡Pero cómo te preguntas por qué!”. Y concluye: “Alda, tengo que desvincularme de lo que te dices¡vamos!”. Él piensa muy diferente a ella.