De 93 años, Flora Monti se conecta con el estudio ‘Splendida Cornice’ para contar su increíble vida (que recientemente también se convirtió en un documental del mismo nombre). Con sólo trece años, era la mensajera más joven de Italia: se había encargado de entregar notas a los partisanos, consciente del riesgo de acabar “tomada y torturada por los fascistas, una amiga mía murió así”. Sin embargo, antes de aceptar el trabajo, pidió permiso a sus padres. Monti explica que lo hizo para honrar la memoria de su abuelo “que me dijo que había sido golpeado y maltratado durante años porque no quería sacar su carné de socio Fascio”. En dos ocasiones la detuvieron para realizar controles. La primera, logró salirse con la suya fingiendo haber salido de casa para comprarle un cigarro a su padre. El segundo fue más dramático: “Dos nazis y un fascista me obligaron a desnudarme, me rasgaron la chaqueta para ver si escondía algo en el forro. Al final, me quedé en camiseta sin mangas y ropa interior. No encontraron nada, pero sólo porque había logrado esconder bien la nota que llevaba en la punta del zapato. Nunca he leído ninguno de ellos. Pensé que sólo así la información permanecería segura porque aunque me torturaran, nunca podría decir nada, sin saber nada”. Heroe nacional.
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