“Un Casanova reencarnado cabalgando por el pinar de Rávena”

Celebrando la relación entre Lord Byron y Ravenna: un sueño largamente perseguido que finalmente está tomando forma. El viernes y el sábado, quienes hayan reservado, podrán echar un primer vistazo al futuro museo dedicado al gran literato y patriota inglés que vivió durante algún tiempo en Rávena. El museo estará ubicado dentro del Palazzo Guiccioli, que se inaugurará oficialmente el próximo mes de octubre. Mientras tanto, el 19 de abril, este avance celebra el bicentenario de la muerte de Byron, que se alojó en el histórico palacio de Via Cavour en Rávena.

El presidente de la Cassa di Ravenna, Antonio Patuelli, cuenta la historia del poeta inglés y su llegada a Rávena. Subrayó que a muchos ravenenses cultos y ricos en el siglo XIX les gustaba pasar los meses de invierno en Venecia. También estuvo aquí en 1819 George Gordon Noel Byron, un noble y hombre de letras que se había alejado de su Inglaterra. Byron, “disoluto de costumbres y hombre de cultura”, como recuerda Patuelli, amaba mucho Venecia, donde pasaba interminables noches de placer: “Una verdadera reencarnación de Casanova”. Se dice que el lord inglés no desdeñaba siquiera darse un baño nocturno en los canales de la laguna.

Fue en Venecia donde conoció a la joven Teresa Gamba, esposa del conde Guiccioli de Rávena. “El amor de Teresa lo cambia en parte”, explica Patuelli. Entre ambos nació un intenso amor, pero también una relación cultural que llevó al poeta a Rávena. Su entrada a la ciudad fue memorable. “Vino a Rávena con un carro cargado de monos y avestruces”, dice el presidente de la Cassa, entrada que provocó cierto revuelo entre los ravenenses. Por ello, el poeta inglés se instaló primero en un palacio cercano a la actual biblioteca Oriani y posteriormente en el Palacio Guiccioli.

La estancia de Byron en Rávena fue “la más larga que pasó en Italia y es también su fase de mayor productividad literaria”, precisa Patuelli. De gran interés para el poeta inglés fue Dante Alighieri, sobre quien escribió un breve poema con algunas de sus reflexiones. Además de su producción literaria, Byron es recordado como un patriota internacional. Solía ​​montar en los bosques de pinos de Rávena y aquí conoció a otros jinetes que pronto se revelaron como carbonari. “Byron, con su propio dinero, financió la compra de rifles para los carbonari”, armas que el señor escondió luego en los pisos inferiores del Palacio Guiccioli, entre los jergones de paja que albergaban a sus animales. En 1821 estallaron entonces los levantamientos revolucionarios, pero no obtuvieron los éxitos esperados. La oleada de detenciones y represión que siguió llevó a Byron a huir al cercano Gran Ducado de Toscana, poniendo fin a su estancia en Rávena.

Tags:

NEXT Rosy Chin, la ex Gieffina furiosa con ella: “Tomaremos acciones legales” | El chef a un paso de la cancha