El mundo del voleibol está de luto por Alexis Batte. El atacante caribeño, protagonista durante muchos años del campeonato italiano, falleció en Cuba abrumado por una enfermedad contra la cual luchó con valentía, fiel al talante combativo que lo distinguió en los muchos años pasados en la taraflex. Batte había regresado recientemente a su tierra natal, donde nació -en Villa Clara- el 28 de julio de 1971: acercándose muy joven al voleibol, completó el proceso natural en las selecciones juveniles de su país, hasta vestir la camiseta de la selección nacional. major con el que ganó una Copa del Mundo y una Liga Mundial. En el verano de 1998, cuando Cuba abrió oficialmente la posibilidad de inscribir a sus jugadores en clubes europeos, el delantero zurdo aterrizó en Falconara, entonces militante del máximo campeonato masculino de voleibol.
Particularmente apegado a las Marchas, tras la experiencia con la camiseta verdiblanca hizo escala en Mezzolombardo y luego en Padua, para luego volver a nuestra región por dos años en Grottazzolina, en el campeonato de la serie A2. Luego los años en Piacenza e Isernia, a los que siguieron varias temporadas en torneos menores siempre con ganas de jugar, divertirse y divertirse. También pasó a su hija Ilaria, una acomodadora de dieciocho años nacida en Moncalieri en la provincia de Turín, que sigue los pasos de su padre y ya ganó una medalla de plata en el Campeonato del Mundo Junior hace dos años y actualmente está en la plantilla del Club Italia. Muchos mensajes de condolencias llegaron no solo de sus muchos excompañeros, incluidos Ihosvany Hernandez y Lionel Marshall, sino también de jugadores, entrenadores, gerentes y fanáticos italianos que compartieron una parte de su vida deportiva con Batte.