El campeón holandés ha hablado repetidamente de un futuro lejos del circo de la F1, pero nunca como este año la posibilidad de retirarse se ha hecho realidad…
Giulia Toninelli
1 de octubre – 14.41 h – MILÁN
Max no bromea. “No quiero quedarme en la Fórmula 1 hasta los cuarenta años – dijo recientemente, durante la rueda de prensa con motivo del Gran Premio de Monza – podría hacerlo, pero habría pasado la mitad de mi vida corriendo en lugar de vivir”. Son palabras contundentes del campeón holandés, que llegó a la Fórmula 1 con diecisiete años, programado para alcanzar el éxito por un padre, Jos Verstappen, que estuvo atento a cada paso de la carrera de su hijo. El campeón de Red Bull nunca ha ocultado la posibilidad de retirarse antes de los cuarenta años, manifestando ante los medios que quiere experimentar con otras categorías del automovilismo y asumir compromisos deportivos menos estresantes y abarcadores que los de la Fórmula 1. Una vida pasada “correr en lugar de vivir”, dice Max, en un discurso que no deja dudas sobre el peso que tiene sobre él esta vida, siempre en el centro de la atención de los medios y viajando perpetuamente por el mundo. Lo que todos piensan es que el invencible Verstappen, el niño que creció para alcanzar el éxito, aparece sinceramente interesado en el mundo que le espera fuera de los torniquetes de los paddocks de la Fórmula 1.
este año más que nunca
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Si a lo largo de temporadas pasadas el holandés ya había expresado algunas dudas sobre continuar su carrera como piloto de primer nivel durante muchos años más, en 2024 los comentarios sobre una posible retirada se han multiplicado. Gracias al descenso de rendimiento de Red Bull y a la compleja situación de su equipo, en la lucha entre facciones que enfrenta al director del equipo, Chris Horner, contra su padre, que siempre ha sido una figura fundamental para Max. Un equipo que al final parece un ciclo ganador, en un sorprendente cambio de roles tras un 2023 marcado por el dominio absoluto de la propia Red Bull. Lo que pesa sobre el futuro de Max, además de los resultados deportivos y la posibilidad de un cambio de equipo en 2026, son las normas cada vez más estrictas dictadas por la FIA y Liberty Media. El reciente enfrentamiento con la Federación, durante el fin de semana de carreras en Singapur, por el uso de malas palabras por parte de los pilotos, fue una prueba más para Verstappen de la falta de libertad personal dentro del circo: “Para mí, cuando es demasiado, es demasiado. Las carreras y la Fórmula 1 seguirán incluso sin mí”, explicó al final del Gran Premio, insinuando cómo las presiones fuera de la pista influirían en su permanencia o no en la Fórmula 1.
no solo amenazas
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La posición de Max Verstappen no parece temporal y el tema del lenguaje soez sancionado por la FIA, muy discutido en las últimas semanas, es para el piloto de Red Bull sólo la última de las molestias de un 2024 que le llama pregunta . Helmut Marko, asesor del equipo que siempre ha sido muy cercano a Verstappen, confirma la hipótesis de una retirada anticipada del holandés de veintisiete años: “Tenemos que tomar en serio a Max – explicó durante una entrevista con Motorsport Total – Ha conseguido “Hay muchos resultados, pero para él es importante que también disfrute del deporte. Si esto se vuelve cada vez más difícil, entonces tiene un carácter que cuando dice: ‘Se acabó’, lo dice en serio”. Según Marko, los de Verstappen no serían simples amenazas y toda la situación creada a su alrededor, desde el descontento deportivo hasta las presiones externas, podría llevar al holandés a elegir esa vida fuera del paddock que tanto exige.
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