Para respaldar esta afirmación, la Fiscalía cita el intento de ataque antes del partido Inter-Barcelona en diciembre de 2019 por parte de unos sesenta hooligans catalanes que, si hubieran logrado su objetivo, seguramente habrían dominado al pequeño número de ultras del Inter. presente en el Baretto di San Siro. Dos días después en una reunión “se sentaron las bases para la formación de un grupo de hombres dispuestos y, sobre todo, capaces de afrontar los enfrentamientos físicos siempre que fuera necesario”. Además ellos “Se trazarían los límites para encontrar las ‘armas’ que se van a utilizar” y se subrayaría la necesidad de una “formación real”. En este sentido, se lee en el documento, se trata del viaje organizado por Andrea Beretta, ex jefe de la Curva Norte, actualmente en prisión (también por el asesinato de Bellocco) “con un grupo de leales” para “establecer un hermanamiento con la grupo hooligans (…) del Stal Stalowa Wola”, club polaco de tercera categoría, que “se caracteriza por una marcada inclinación hacia la violencia”.
En apoyo de la imagen expuesta en la solicitud del fiscal se encuentra, por ejemplo, una interceptación del 12 de diciembre de 2019 que demuestra que los promotores de esta iniciativa fueron Andrea Beretta, exjefe de la Curva Norte encarcelado por el asesinato de Bellocco y entre los destinatarios de la medida llevada a cabo ayer, e Ivan Luraschi, entonces líder de la Ultras del ‘Hockey Milán’. El primero precisamente decía “entonces me gustaría unos tubos de goma… (incompr.) …para cuando estemos en casa… como ellos (los gamberros de Barcelona) ayer que vinieron con esos mangos de pico… a al menos para cuando estemos en casa…”. Luego alguien añade que “yo me encargo de las antorchas, las bombas y las bombas de humo”, mientras Luraschi continúa diciendo que “se necesita cierta organización… apoyo logístico incluso detrás de este tipo de cosas” y que “la Curva Nord puede producir 70 hooligans! ¡Veremos cuándo 70 hooligans saldrán a la calle…”.
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