Trofeo AZIMUT / Baby Garbero brilla bajo el balón

La directora del torneo Silvana Carrara junto a Rafael Ymer

Se juega bajo techo en el Club de Tenis Città dei Mille. Los chicos locales (Pisa y Fermi) pierden pero dan una buena impresión. Impresionó Filippo Francesco Garbero, de 15 años, autor de una actuación magistral contra Rafael Ymer. Cuadro principal: Bérgamo anima a Fumagalli, Borrelli… y Kestelboim.

El mal tiempo que azota Italia estos días no ha perdonado a Lombardía ni siquiera a la ciudad de Bérgamo. Un aguacero cayó sobre el club de tenis Città dei Mille, sede de la octava edición del Trofeo AZIMUT (15.000 dólares, arcilla). No hay problema: el personal de organización, encabezado por la directora del torneo Silvana Carrara y el supervisor de la ITF Sebastiano Cavarra, instaló las dos pistas cubiertas del club Orobic en un tiempo récord, lo que permitió que el programa se desarrollara con regularidad. Había una gran necesidad, porque las dieciséis primeras rondas de las eliminatorias estaban programadas para el día inaugural. A la espera del debut de Andrej Martin (frente al NC Francesco Casilli: sí, has leído bien, un NC de Lecce con residencia en Milán y con ganas de adquirir experiencia en el tenis “profesional”) había expectación por ver a todos los chicos del trabajo del club, que están creciendo bajo la dirección de Fabrizio Albani y Marcello Bassanelli en la Universidad BAT, organizado por TC Mille. Se produjeron dos derrotas, pero tanto Leonardo Pisa como Andrea Fermi causaron una buena impresión ante rivales más experimentados que ellos. Para Fermi fue la primera aparición “profesional” en individuales, mientras que Pisa tuvo un buen desempeño contra Daniele Minighini (n.1.200 ATP). Se rindió con un doble 6-3, pero el marcador podría haber estado aún más igualado. Se trata de experiencias importantes, que forman parte del camino de crecimiento de quienes aspiran a meter las narices en el tenis que cuenta.

¡CUIDADO CON EL BEBÉ GARBERO!
Las esperanzas de Bérgamo ahora se trasladan al cuadro principal. Dirigido por el romano Gabriele Pennaforti, cuenta con otros dos jugadores, o más bien tres, inscritos en el TC Mille en la línea de salida. Empate desafortunado para Filiberto Fumagalli (que consiguió sus primeros puntos ATP el año pasado), frente al argentino Juan Bautista Otegui (nº 7 en el marcador), mientras que a Leonardo Borrelli, nacido en 2005, le fue un poco mejor que el año pasado en octubre. una gran impresión contra Mikhail Kukushkin en el torneo Challenger. Se enfrentará a Luciano Carraro (n.823 ATP). A la espera del resultado de las eliminatorias, ya son 17 los italianos. De los siete extranjeros, no hay duda de que el más esperado es Mariano Kestelboim, vigente finalista y número 2 en el marcador. Kestelboim es miembro del TC Mille y es una especie de ídolo del club de Bérgamo. La urna le dijo bien, ya que seguramente sólo se enfrentará a los clasificados en las dos primeras rondas. La gran sensación del día, sin embargo, llegó a la hora de cenar. Todos esperaban a Rafael Ymer, hermano menor de Elias y Mikael, pero en su lugar surgió el jovencísimo Filippo Francesco Garbero. Nacido en 2009 (!), está en su primer año de Sub 16 y entrena en el Centro de Tenis Piatti de Bordighera. Aún frágil, emocionó a los presentes con un golpe de derecha explosivo y un juego muy completo. Algunos se han permitido comparaciones elevadas, citando a Sinner o Arnaldi, pero después de todo, ¿quién los conoció cuando tenían la edad actual de Garbero? Todavía es muy pronto, pero Bérgamo – en el fondo de su corazón – sueña con haber nombrado otra estrella. Al fin y al cabo, en 2017, la chica que ganó en el TC Mille tenía quince años. ¿Su nombre? Iga Swiatek…

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