Desde las eliminatorias (evitadas) hasta el comodín en el cuadro principal, desde el posible partido contra Matteo Berrettini hasta el desafío (ganado) contra Wolf. Stefano Napolitano está por primera vez en su carrera en la segunda ronda del Internazionali BNL d’Italia. Y es que sin duda se encuentra en el mejor momento de su historia deportiva, a sus 29 años, con un pasado de muchos años complicados por problemas físicos que le afectan desde hace tiempo. Hoy el piamontés disfruta de una victoria importante, más que los puntos que le garantiza y que le acercan al top 100.
“Recibir un comodín para la clasificación no fue una decepción – subraya Stefano – pero está claro que Cuando te proyectan al cuadro principal sientes una mayor responsabilidad. Por eso estoy contento con cómo jugué y cómo me siento. Sobre todo pensando en dónde estuve hace un año: han pasado 12 meses pero han pasado muchas cosas en el medio. Estoy orgulloso de poder retomar el hilo. Sólo lamento no haber podido jugar con Matteo, habría sido una gran experiencia para mí”.
Los retos más complejos, para Stefano, eran los que planteaba su cuerpo. “No es ningún secreto que mi equipo, y en particular Flavio Di Giorgio del Magnitudo Training en Verona, es una de las razones por las que sigo aquí jugando tenis, a pesar de todas las dificultades que he tenido. Le debo a este equipo poder tener esta segunda oportunidad a un alto nivel.ya que cuando comencé a trabajar con ellos mis condiciones eran claramente peores.”
Entre la alegría y la (relativa) sorpresa de esta segunda vuelta en el Foro Itálico, hay también una innovación sustancial respecto al pasado reciente: “Técnicamente, por ahora lo estoy haciendo solo. Hace unos días finalizamos la colaboración con Giacomo Oradini., que de todos modos ha sido muy importante en el último año. También somos amigos de Jack, había una excelente relación pero sentí la necesidad de ir más allá. Obviamente tengo que agradecerle porque ha sido fundamental en el camino de los últimos meses, para llegar a donde estoy hoy. También soy consciente de tener que integrar en mi plantilla una persona que me pueda echar una mano desde el punto de vista técnico, ya veremos en el futuro”.
Mientras tanto, Napolitano disfruta de Roma, un torneo que no se puede comparar con ningún otro del circuito. “Hace un año, incluso para jugar las eliminatorias previas, había hecho todo. Pero sinceramente, incluso jugaría un torneo de tercera categoría en Roma, tal es el encanto de este lugar. Hace un año estuve inscrito en Monastir en un torneo de la ITF, pero soy realista: un año no es suficiente para poder alcanzar y mantener un nivel top 100. Esto es algo que debe estabilizarse con el tiempo, sobre todo después de cuatro años larguísimos. . difícil. Este de Roma lo veo como un paréntesis maravilloso, pero el trabajo aún es muy largo y complejo”.
Stefano fue el último del cuarteto con Quinzi, Baldi y Donati en competir en el circuito profesional. Una generación desafortunada, en la que los piamonteses podrían representar la agradable excepción. “Cada uno tiene su propio camino. No quiero comparar mi historia con la de otros porque cada uno, si se rindió, tenía su propia buena razón para hacerlo. No me siento como un sobreviviente, me siento como alguien que ha tomado decisiones difíciles en ocasiones, tratando de mantener viva la esperanza de construir algo.”
