El potencial para llegar a los playoffs estaba ahí, pero las distracciones contra Pesaro y Varese les costaron caras. Al igual que en 2018, el Dinamo quedó fuera de los playoffs debido a las diferentes clasificaciones que lo vieron penalizado en los enfrentamientos directos, en este caso contra Trento y Napoli, equipos a los que nunca logró vencer. Y terminó con 28 puntos en el décimo lugar, por primera vez desde que llegó a la Serie A sin al menos alcanzar el punto de equilibrio entre victorias y derrotas.
La paradoja es que entre los equipos que ocupan la quinta a novena posición, Sassari es el único que ha vencido al menos una vez a los cuatro grandes equipos. En efecto, los cinco, porque Virtus no sólo pudo derrotar a Bolonia, Milán, Brescia y Venecia, sino también a Reggio Emilia por 95-63 en el partido de despedida de la temporada en el PalaSerradimigni.
Una sola victoria más contra rivales de su nivel habría sido suficiente para competir en el play-off por el scudetto. Eso sí, acabar en séptima u octava plaza supone enfrentarse a Milán y Virtus Bolonia, que ya no tienen la Euroliga de por medio y pueden liberar todo su potencial. Sin embargo, habría sido una hazaña después de haber temido hasta febrero verse envuelto en la lucha por no descender que supuso el adiós de dos clubes históricos como Pesaro y Brindisi.
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