Ningún deporte tiene una relación tan simbiótica con la cerveza, tanto comercial como retórica. Luego nos quejamos si aumentan los casos de violencia descontrolada
El hooker italiano Giacomo Nicotera (R) detiene el balón disparado por el ala de Gales Rio Dyer (L) durante el partido internacional de rugby de las Seis Naciones entre Gales e Italia en el Estadio del Principado de Cardiff, Gales del Sur, el 16 de marzo de 2024. (Foto por Geoff Caddick / AFP) / RESTRINGIDO A USO EDITORIAL. El uso en libros está sujeto a la aprobación de la Welsh Rugby Union (WRU).
Dio la casualidad de que un famoso jugador de rugby, Billy Vunipola, fue detenido en Mallorca la madrugada del domingo. Para frenar sus excesos le golpearon dos veces con una Taser. Y la prensa inglesa se da cuenta de que el rugby tiene una relación enfermiza con el alcohol. De hecho, como escribe el Telegraph, “quizás con la excepción de los dardos, Ningún deporte tiene una relación tan simbiótica con el alcohol como el rugby.. Comercialmente, Guinness patrocina el Seis Naciones, Heineken patrocina la Copa de Campeones y Asahi es uno de los principales patrocinadores de la Copa del Mundo masculina. En todos los estadios de la Premiership es imposible escapar de la publicidad de la cerveza. A nivel popular, las ganancias de los bares mantienen a flote a muchos clubes de aficionados.”
Pero “la relación es aún más profunda”. The Telegraph también se opone al ritual de la “tercera mitad”. Hoy en día es un mito para todos: sumergirse durante 80 minutos y luego beber una cerveza en la sede del club, “está arraigado en la conciencia del deporte como una ley codificada. Las giras de postemporada son donde nacen las leyendas entre las bases y los clubes. El elemento de unión de equipo que supone compartir una pinta es reconocido por los entrenadores profesionales”..
“Sin embargo, ¿debería sorprender que esta combinación de un deporte y una droga depresora produzca efectos secundarios problemáticos? Vunipola no es ciertamente un ejemplo aislado de un jugador que no puede controlarse cuando está borracho”.
“La ética de “todos tengamos una cerveza” puede volverse dañina rápidamente. Existen numerosas historias de terror sobre iniciaciones en clubes de rugby universitarios que se salieron de control. Quizás el elemento más triste de las circunstancias personales de Vunipola fue el hecho de que fue abstemio hasta los 25 años. A medida que las generaciones más jóvenes se vuelven más abstemios, El rugby como deporte debe darse cuenta de que su asociación con el alcohol resultará desagradable para muchos”.
“El rugby tiene un problema con la bebida como el fútbol tiene un problema con el juego ya que está enredado en su tejido económico y cultural. Al igual que en la sociedad en general, la mayoría de la gente puede beber y jugar de forma responsable, pero es inevitable que el coqueteo con pasatiempos adictivos pueda llegar a una espiral grave”.
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